domingo, abril 01, 2007

Capitulación

César Vallejo

Anoche, unos abriles granas capitularon
ante mis mayos desarmados de juventud;
los marfiles histéricos de su beso me hallaron
muerto; y en un suspiro de amor los enjaulé.

Espiga extraña, dócil. Sus ojos me asediaron
una tarde amaranto que dije un canto a sus
cantos; y anoche, en medio de los brindis, me hablaron
las lenguas de sus senos abrasadas de sed.

Pobre trigueña aquella; pobres sus armas; pobres
sus velas cremas que iban al tope en las salobres
espumas de un marmuerto. Vencedora y vencida,

se quedó pensativa y ojerosa y granate.
Yo me partí de aurora. Y desde aquel combate,
de noche entran dos sierpes esclavas a mi vid
a.

(Los heraldos negros, 1919)

11 comentarios:

Scarlett Freyre dijo...

Muy contestario , lleno de significado, refleja sentimientos de lucha, sobrevivencia, sed de .., etc.

Coro dijo...

¡Cuántas metáforas! Es tan bella la combinación de palabras, los significados, las interpretaciones, que lo leo y lo vuelvo a leer y otra vez...

Gracias.

Pater Noster dijo...

que imágenes....

"las dos lenguas de sus senos abrasadas de sed"...

un erotismo sutil, me esta gustando mucho este C. Vallejo

marita nous dijo...

curada, soneto, adaptación del estilo clásico al más o menos contemporáneo y con gran sensibilidad.

Dog_save_us_from_God dijo...

Cesar Vallejo, arte y compromiso.

Saludos Erat.

Nadie dijo...

Vuelve erat, por favor, vuelve ya. Mínimo dínos qué pasó.

Anónimo dijo...

Hildebrando tiene razón y yo agregaría que a mí me parece muy acomodaticia tu posición de echarle la culpa a la "izquierda", un ente inexistente... tu posición es acomodaticia porque muestra una falta total de compromiso con tus ideales, tu responsabilidad individual, familiar y social. No te quedes.

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo .

MARIO BENEDETTI

Sin límite de velocidad dijo...

lleagmos al epílogo, suerte.

Anónimo dijo...

Haz lo que quieras, ya no me paro por acá, al fin y al cabo ya no me aportas nada... Adios.

La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.

Eduardo Galeano, periodista uruguayo (1940)

PosCorp dijo...

Es un librazooooooooooo...gracias por poner este poema maravilloso y emocionarme

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

A Alma María Rico y a todos los lectores de este blog les ruego me disculpen. He estado ausente por motivos de trabajo. No he abandonado nada de lo que creo, no he abandonado --desde mi pequeña trinchera-- la defensa de la honestidad y jamás sería capaz de firmar una estupidez como esa de "La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás".
No suscribo esa falsedad y la persona que la firmó con mi nombre es todo menos demócrata. Es simplemente un mentiroso que aprovechó mi ausencia.
Si desean ponerse en contacto conmigo, mi dirección electrónica es erathora@gmail.com