lunes, agosto 27, 2007

Golpes tan fuertes

Al Dios demasiado humano de nuestros rezos y nuestros consuelos, cada terrible día cientos de sucesos le oponen una imagen distinta: la de la naturaleza con sus potencias regeneradoras, para la que no importa cuáles de sus criaturas está arrasando su ciega danza de giganta. No puedo identificar a Dios con ese padre, tan benévolo como invisible, en el que creen los débiles de la tierra; le llamo Dios, como un pagano, a la naturaleza danzadora, demoledora, bien patente y bien visible, que nos golpea en los ojos y en la boca toda la vida con su puño; le llamo Dios a la única madre verdadera, cuya única misión es dar a luz nuevos niños, que no puede parar de hacerlo porque tampoco cesa de matar y que no detiene su matanza porque si la interrumpiera dejaría de haber creación, soltura, movimiento: los muertos ceden su lugar a los vivos. Hera, Coatlicue, Kali, guerra o injusticia, palabras femeninas, son nombres que expresan mejor a Dios que el anónimo fantasma de los monoteísmos.

¿Qué es ella? La naturaleza, con su frío, con su calor... Ni siquiera podemos decir que sea indiferente; cumple con un mecanismo, su misión es una condena.

Nosotros somos ignorantes. Los que vivimos en el desierto, los que nos hemos salvado de caer por un barranco, o de pisar una tierra que tiembla, como la de Perú, o de que nos sople en la cara el aliento de un huracán, como los que incansablemente visitan todos los años las costas yucatecas de México; nosotros no sabemos nada. Si algo sabemos es una sensación, una incomodidad de que haya estrellas, de ver el cielo lleno o de verlo vacío, relampagueante o sucio, negro o negro. Porque cuando es más blanco es más oscuro, como el rostro de Moisés al bajar del Sinaí.

Una sensación, no un pensamiento. Tal vez las estrellas tiemblan porque sienten miedo de vernos. O de no vernos. Pero suponer esto es creer que son semejantes a nosotros, en tanto que la cualidad de la naturaleza es su inhumanidad. Y hasta esto —su "inhumanidad"— ya es agregarle algo a lo que no tiene nada.

Yo he estado frente al mar y he sentido su fuego, pero también he sentido la impasible violencia de una montaña inmóvil. No he visto actuar el agua en su encarnación más dramática, pero he probado la gota y todavía me pesa.

La vida es muerte y los eclipses son dragones. Si hasta una hormiga lo es: the ant's a centaur in his dragon world, una definición del diccionario Pound.

Una hormiga despierta tanto terror en mis pies como el que mis pies provocan en la hormiga, terror que me parece una venganza del animalillo, como morder un puercoespín o una baya venenosa.

Y si se siente tanto con el veneno de la hormiga, ¿cuánto más nos perturba presenciar el dolor humano?

Ver que existe el dolor nos produce temor de hablar.

A algunos, sin embargo, ver que los demás sufren es lo que los incita a hablar. A algunos periodistas, por ejemplo (los que no cobran por quedarse callados). Hablar me parece admirable, porque yo no puedo. Éste es un blog casi vacío, alguien lo habrá notado.

Es raro, pero he tenido más de un lector. Es una sensación muy rara.

No yo, ¿o sí? Lo que ha tenido un lector es lo que he copiado para este blog. Mi voz es la voz de otros. He escrito muy poco, y eso poco son salpicaduras dispersas ya saben dónde.

Yo no sé. Hace un día, o dos, o no sé cuántos (pocos), el dibujante Allan McDonald recordó en el portal Rebelión el poema de Vallejo, ése que no sabe, que reconoce que no sabe, que dice "yo no sé". Vallejo, recordará mi insólito lector, era peruano. Nació del suelo de los terremotos. Nació, quizá, de un terremoto. Y provocó varios. Era comunista... lugares comunes de las biografías. Bueno, el comunismo no es un lugar tan común, ¿verdad? Ha dejado de ser el territorio que las mujeres y los hombres con imaginación habitaban.

Ya sé que las cosas no son tan así. Con intención, soy irritante. A ver a quién le saco ronchas.

Por si se preguntan de dónde es Allan McDonald (yo sí me lo pregunté hace un momento), acabo de descubrir, gracias a la magia de la empresa capitalista Google, esta entrevista. McDonald es hondureño. Hondureño y hondo, diría yo.

Cuánto me gusta Vallejo. Quisiera vestirme con el pellejo de Vallejo. Para mí es casi Dios.

Si Vallejo fuera Dios, la naturaleza habría sido más clemente con nosotros, los inocentes, los pecadores.
Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!

(Los heraldos negros, 1918)

12 comentarios:

un monton de palabras dijo...

tengo la misma sensación, hoy una nueva tragedia... incendios en Grecia, y desde hace dìas tengo una idea fija en la cabeza pero tardara en salir.

marichuy dijo...

Querido Erat
Que hermoso post. Me has conmovido. Que hermosas y terribles palabras.

Y si, el comunismo era un lugar común, utilizado para descalificar a todo aquel que pensaba distinto... casi igual que hoy, hay cosas que parecen no cambiar mucho.

Te dejo un abrazo, Marichuy

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Montón de palabras, te agradezco por tu visita. Qué nombre más genial te diste; hasta podría ser el de tu recién estrenada bitácora.

No sé si a ti te ocurra, pero en mi cerebro las ideas no tardan en brotar, de hecho no cesan de hacerlo; lo malo es que aparecen cojitrancas. Atisbos, relámpagos, siluetas es lo que veo; nunca ideas conclusivas que sea capaz de desarrollar. Mi mente es desordenada y distraída. Hoy tampoco hubo nada concluido, pero el dibujo de McDonald me impactó mejor que una pedrada. Por eso escribí. No me gusta tener el blog abandonado, aunque nadie se muere de abandono (salvo los blogs).

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Querida Marichuy, fue Vallejo el primero en llamarse a sí mismo comunista, aunque tal calificación sonara descalificatoria a sus vecinos. Lo pagó con la cárcel y pobreza.

No se temía entonces a ser descalificado, ni al compromiso con un espíritu de transformación radical. La izquierda no era moderada, como la de nuestros días; era creadora. A eso se debió que tantos artistas de la primera mitad del siglo XX se involucraran intensamente en la actividad política. Había ideas grandes y una ejemplar revolución en Rusia que estimulaba una actitud revolucionaria también en la moral, la filosofía y las artes: fueron los años del dadaísmo, del surrealismo, de la experimentación; los años de Neruda, García Lorca y Huidobro; ¡hasta los que simplemente sabían leer querían que leer sirviera para algo!

Hoy el planeta no es menos complicado; son los políticos y buena parte de la "gente culta" los que se han vuelto tibios, desabridos, carentes de imaginación... Hay cosas que, indudablemente, han cambiado mucho.

Angeek dijo...

Igual que a Marichuy me conmueve. Sí, era creadora. ¿Qué nos está pasando? Gracias por tus palabras en mi blog, me siento un poco como tú después de sentir la presencia del dios Hurakan. Ah! y siempre estoy al pendiente de tu blog aunque no comente.

**La Bruja** dijo...

Dios tan magnífico, tan terrible en su magnificencia, tan inclemente, tan puro, tan divino.
Qué placer me provocó leer tu escrito y el de Vallejo.

Anónimo dijo...

Se puso muy mal en Peru mas de lo que creen

PEPMAC dijo...

Claro que nos acordamos de tu blog, este blog

saludos

Anónimo dijo...

Tal vez los ancestros tuvieron que sufrir mas de alguno de esos males para aglutinarlos en la idea de un "dios vengador". Un ente malvado que se dedica a producir incomodidades, daños y muertes a donde quiera que va.

Recuerad que no todo en el mundo esta completamente mal, ni completamente bien. eso es un hecho.

Saludos, Bro!

isis dijo...

ese poema está performancero.

Nebe Gebhardt dijo...

Los heraldos negros...En mi secundaria nos lo leyeron y leímos hace mucho. Me causó una fuerte impresión en ese momento y me la sigue causando ahora.

Ernesto dijo...

una inspiración tu blog. un fresco y esperanzador NO entre tantos si cómplices y asimilados.