jueves, enero 17, 2019
Dostoyevski, en la lectura de Stefan Zweig (1)
"Abrid los cincuenta mil libros que Europa produce todos los años. ¿De
qué tratan? De cómo ser feliz. Una mujer ama a un hombre o alguien
aspira a ser rico, poderoso y respetado. En Dickens, al final de todos
los anhelos, se halla la idílica casita en el campo, llena de alegres
niños. En Balzac, el castillo, el título de par y los millones. Y si
miramos a nuestro alrededor, en la calle, en los tenduchos, en los
cuchitriles y en las salas iluminadas, ¿qué quiere la gente? Vivir
contenta, ser feliz, rica y poderosa. ¿Qué personaje de Dostoyevski
quiere esto? Ninguno. Ni uno solo. No quieren detenerse en ninguna
parte: ni siquiera en la felicidad. Todos quieren seguir corriendo,
todos tienen ese «corazón superior» que los atormenta. No les importa
ser felices. Les da igual estar satisfechos. Y esos extravagantes
desprecian ser ricos, más que ambicionarlo. No quieren nada de lo que
nuestra humanidad entera quiere. Poseen un «uncommon sense». No quieren
nada de este mundo" (Stefan Zweig, "Tres maestros").
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