Estuve en un lugar en el que es imposible caminar sin desprender alguna piedra.
El anónimo (alguien, antes de Newton)
José Watanabe
Desde la cornisa de la montaña
dejo caer suavemente una piedra hacia el precipicio,
una acción ociosa
de cualquiera que se detiene a descansar en este lugar.
Mientras la piedra cae libre y limpia en el aire
siento confusamente que la piedra no cae
sino que baja convocada por la tierra, llamada
por un poder invisible e inevitable.
Mi boca quiere nombrar ese poder, hace aspavientos, balbucea
y no pronuncia nada.
La revelación, el principio,
fue como un pez huidizo que afloró y volvió a sus abismos
y todavía es innombrable.
Yo me contento con haberlo entrevisto.
No tuve el lenguaje y esa falta no me desconsuela.
Algún día otro hombre, subido en esta montaña
o en otra,
dirá más, y con precisión.
Ese hombre, sin saberlo, estará cumpliendo conmigo.
(El huso de la palabra, 1989)
jueves, octubre 04, 2007
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5 comentarios:
hola =)
que padres los poemas
...Y conmigo...
...No firmo para ser igual de anónimo...Y asi el poeta me dedica su poema...
wuoooo.
Me encantó, anoto y copio con vuestro permiso
Doctora, qué bueno que te gustó el poema de Watanabe, fallecido, tristemente, hace pocos meses. Por supuesto que puedes robártelo para ti, para leerlo a solas o acompañada cuantas veces quieras. Si yo me lo robé de uno de sus libros, "ladrón que roba a ladrón"... ¿cómo iba eso?
Gracias a todos los lectores por su visita y sus comentarios. Qué bueno que encontraron aquí una lectura de su agrado.
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