Blog de Gerardo de Jesús Monroy sobre poesía, literatura, política y vida.
miércoles, noviembre 21, 2007
Elemental
Les agradezco a los visitantes de este blog --asiduos, esporádicos, casuales-- por la paciencia con que han recibido mis poemas, mis textos en general. ¡No se disculpen al señalar algún error, algún desacuerdo! La crítica siempre es benéfica para quien la recibe.
Está claro que no soy la más indicada para esto, nunca he tenido el menor sentido de la composición poética. En general me gusta (iba a decir que te siento oscuro, pero más bien sería ¿descarnado?)
De métricas, pentasílabos, endecasílabos y demás... no se nada, por lo tanto no tengo elementos para “leer” este poema. Me gusta tal cual, aunque, cuando dices:
“La lengua que me quema y hablo, el ojo con que lluevo y miro“
no sé, debe ser correcta la composición, pero
¿“el ojo que me llueve y miro”?
Es solo una opinión de la menos facultada, de entre todas las mujeres, para eso de las artes poéticas.
Muy bien situado.... A diferencia de mi comadre..yo lo siento muy luminoso, tumultuoso, hasta ruidoso...
Y bien harías si nos das unas clasesitas a los incultos que te visitamos sobre las elementales caracteristicas a observar... yo se que esta bonito o feo, que me gusta o disgusta, pero tampoco tengo conocimiento para cirticar.
Es tu mundo interior donde andan tus pies, tus manos, tus ojos y lengua... es una ciudad de ti mismo, ¿quizás?, la que pisas, la que llueves, la que te quema...
La verdad, no soy experta en análisis poético. La poesía me encanta leerla, leerla en voz alta y escucharla. Sólo te digo que me gusta mucho lo que escribes. ¡Saludos!
Vaya ciudad de fuego que es su lengua. Probó refresacarse usando las manos que están bajo el agua (acaso esa agua sea causa de los ojos que llueven y miran?)
1.- Lo encuentro hermoso, sosegado y triste. Me agrada el partido que le sacas a la doble proximidad (conceptual y morfológica) lluvia-llanto, doble proximidad que, curiosamente, existe también en francés (pluie-pleur).
2.- Me gusta la asonancia regular de la tercera estrofa, pero no la forma de llegar a ella. No me salta tanto el antecedente de la asonancia entre los versos 1 y 4 en la primera, en e-a, pero sí me desasosiega la que hay entre los versos 1 y 2 en la segunda, en i-o, y que va seguida por otros dos, blancos.
3.- Encuentro muy afortunada la combinación de heptas, eneas y endecas: la contención del primero de esos metros en la primera estrofa, presentación sucinta de los elementos, se despliega muy bien en endecas en la segunda, y culmina en un punto intermedio de nueves en la tercera, rematado por la contundencia de siete sílabas. Creo que la métrica trabaja muy bien para crear esa atinada percepción de Marichuy (aunque alegue y muerda el rebozo), descarnado-oscuro.
4.- Me divierte la trampa que tiendes en el primer tercio al poner "lengua" en una lista de partes anatómicas, cuando en el verso 9 resulta que la tal lengua no se refería al órgano, sino al idioma. Al final, el desamparo que se asienta no puede ser mayor: un habitante de un idioma extraño rodeado, a su vez, de senderos formados por los cuatro elementos.
5.- Estás en todo tu derecho de llamarme formalista mamón, pero mo podrás achacarme indiferencia.
9 comentarios:
Erat
Está claro que no soy la más indicada para esto, nunca he tenido el menor sentido de la composición poética. En general me gusta (iba a decir que te siento oscuro, pero más bien sería ¿descarnado?)
De métricas, pentasílabos, endecasílabos y demás... no se nada, por lo tanto no tengo elementos para “leer” este poema. Me gusta tal cual, aunque, cuando dices:
“La lengua que me quema y hablo,
el ojo con que lluevo y miro“
no sé, debe ser correcta la composición, pero
¿“el ojo que me llueve y miro”?
Es solo una opinión de la menos facultada, de entre todas las mujeres, para eso de las artes poéticas.
Un abrazo
Parabéns.Gostei muito do seu blog.Estou lendo seus poemas.Muito interessantes e produtivos.Fui...Valeu!
Me gusta mucho como se van enriqueciendo las imágenes y complicándose hasta llevarnos por entre las callejuelas y avenidas de su ciudad.
Muy bien situado.... A diferencia de mi comadre..yo lo siento muy luminoso, tumultuoso, hasta ruidoso...
Y bien harías si nos das unas clasesitas a los incultos que te visitamos sobre las elementales caracteristicas a observar... yo se que esta bonito o feo, que me gusta o disgusta, pero tampoco tengo conocimiento para cirticar.
Un abrazo.
Es tu mundo interior donde andan tus pies, tus manos, tus ojos y lengua... es una ciudad de ti mismo, ¿quizás?, la que pisas, la que llueves, la que te quema...
La verdad, no soy experta en análisis poético. La poesía me encanta leerla, leerla en voz alta y escucharla. Sólo te digo que me gusta mucho lo que escribes. ¡Saludos!
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Me gusta cuando se utiliza la metáfora, llover-- llorar, o tal vez tatuar con la mirada????
Un saludo mi Erat...
Mafalda
Vaya ciudad de fuego que es su lengua.
Probó refresacarse usando las manos que están bajo el agua (acaso esa agua sea causa de los ojos que llueven y miran?)
Erat:
1.- Lo encuentro hermoso, sosegado y triste. Me agrada el partido que le sacas a la doble proximidad (conceptual y morfológica) lluvia-llanto, doble proximidad que, curiosamente, existe también en francés (pluie-pleur).
2.- Me gusta la asonancia regular de la tercera estrofa, pero no la forma de llegar a ella. No me salta tanto el antecedente de la asonancia entre los versos 1 y 4 en la primera, en e-a, pero sí me desasosiega la que hay entre los versos 1 y 2 en la segunda, en i-o, y que va seguida por otros dos, blancos.
3.- Encuentro muy afortunada la combinación de heptas, eneas y endecas: la contención del primero de esos metros en la primera estrofa, presentación sucinta de los elementos, se despliega muy bien en endecas en la segunda, y culmina en un punto intermedio de nueves en la tercera, rematado por la contundencia de siete sílabas. Creo que la métrica trabaja muy bien para crear esa atinada percepción de Marichuy (aunque alegue y muerda el rebozo), descarnado-oscuro.
4.- Me divierte la trampa que tiendes en el primer tercio al poner "lengua" en una lista de partes anatómicas, cuando en el verso 9 resulta que la tal lengua no se refería al órgano, sino al idioma. Al final, el desamparo que se asienta no puede ser mayor: un habitante de un idioma extraño rodeado, a su vez, de senderos formados por los cuatro elementos.
5.- Estás en todo tu derecho de llamarme formalista mamón, pero mo podrás achacarme indiferencia.
Abrazo.
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