sábado, noviembre 17, 2007

Norman Mailer: un guerrero contra la guerra

Paquita Armas Fonseca
La Jiribilla
17 de noviembre de 2007

A mediados de los años 80 Leonardo Padura Fuentes me hizo un regalo: la lectura de Noches de la antigüedad, de Norman Mailer. Entonces el hoy reconocido autor cubano tenía —creo— solo dos o tres libros publicados, pero ya era un conocedor de la literatura norteamericana y me recomendó especialmente aquel libro voluminoso, que me prestó por una semana. No necesité los siete días, en menos, Ramsés II se me hizo un personaje manoseado y aprendí muchísimo del antiguo Egipto. Y comencé mi búsqueda de Mailer del que ya había leído Los desnudos y los muertos.

Al husmear en la vida del autor norteamericano no pocas sorpresas tuve: el movimiento feminista lo calificó como “el cerdo más grande y reaccionario” cuando se presentó a elecciones para alcalde de Nueva York.

Mailer se había buscado el odio de las mujeres a las que presentaba como androfóbicas por naturaleza. En su pieza El prisionero del sexo acusó a las féminas de “usar anticonceptivos por odiar a los hombres”. En una oportunidad escribió: “La revolución feminista ha convertido a la mujer en ese tipo de hombre que a mí me entristecía cuando era joven. Ese que tenía que trabajar de nueve a cinco de manera aburrida y nunca era dueño de su destino. Ahí es donde acabó su revolución, su asalto al poder”.

Pero sus opiniones no solo fueron polémicas con el sexo femenino. La autobiografía de Jesucristo, escrita en primera persona, también desató vapuleos en el público y alguna zona de la crítica.

Escritor y sobre todo periodista poco complaciente, Norman Mailer no solo disfrutaba sino que buscaba la polémica. Hijo de judíos, nacido en 1923 en New Jersey, tuvo una vida novelesca: se casó seis veces, fue padre de nueve hijos, en medio de una borrachera apuñaleó a su segunda mujer, participó como soldado en la II Guerra Mundial, bebía más de la cuenta y vivía intensamente.

Es considerado junto a Truman Capote uno de los más altos exponentes del periodismo literario, de hecho toda su obra parte de extensas e intensas investigaciones, o de vivencias que lo marcaron. Para escribir Noches de la antigüedad necesitó 11 años de investigación, mientras que Los desnudos y… son el reflejo de su vida como soldado. Este extraordinario texto lo catapultó a la fama. Fue el primero de sus 39 libros (Costa bárbara, Un sueño americano, Los tipos duros no bailan, La canción del verdugo, El Evangelio según el hijo, Los ejércitos de la noche y El prisionero del sexo, son algunos de ellos). En su extensa obra aparecen tres biografías sobre la actriz Marilyn Monroe, el pintor Pablo Picasso y acerca de Lee Harvey Oswald, supuesto asesino de John F. Kennedy. También escribió varios guiones para el cine. Ganador en dos ocasiones del Premio Pulitzer, es otro de los grandes ignorados por el Nobel.

Quizá en ese olvido haya influido que Mailer si bien pudo ser iracundo, y un ser antagónico con el movimiento feminista, fue uno de los críticos más agudo y constante de los gobiernos de su país, tanto que fue a dar a la cárcel por sus manifestaciones y hechos antibelicistas, a favor de los negros, en contra de la guerra de Vietnam y en cuanto movimiento considerara justo para su pueblo.

Jimmy Breslin, otro cultor del Nuevo Periodismo, compañero generacional de Mailer, opina que su amigo, “Del principio al final de su vida, tuvo siempre una especie de solemnidad en el pensamiento y dejó miles de páginas llenas de ideas que siguen saltando sobre ti como chispas brotando del fuego”. Y recordó al comprometido activista de finales de los 60: “Cuando los demás mostraban una total cautela en temas sociales, él rompió una lanza por la total integración de blancos y negros y defendió propuestas que entonces sonaban como impensables”.

Ya octogenario el escritor publicó El castillo en el bosque sobre la infancia de Adolf Hitler. Pensaba realizar otras piezas. En una de sus últimas entrevistas dijo: “¡Por suerte, hay poca documentación sobre Adolf niño! Eso me da más tiempo. He tenido que hacer trabajo de novelista”.

Al conversar sobre la novela en la que el escritor sataniza al Fürer, dice “…era débil, a los 16 años era un desastre afectivo, un absoluto fracaso. Una de las cosas interesantes, una de las razones que me hicieron pensar que Hitler es la respuesta a Jesucristo, su contrapartida en el plano satánico, es que no hay explicación humana del horror de lo que hizo. De su maldad. Podemos explicar a Stalin: viene de una familia espantosa, tiene la matanza en la sangre. Hitler sería más bien una marioneta histérica, vanidosa, satanizada y muy débil. Pero tenía una especie de genio político. Se lo digo: ¡fue elegido y reclutado por el Diablo! Tengo una teoría al respecto. Por poderoso que sea Dios, no puede controlar la Historia, porque su mecánica es demasiado compleja”.

Y en ese sentido Mailer lanza una de sus polémicas aseveraciones al argumentar la naturaleza satánica de Hitler: “Creo verdadera y seriamente en ella. Escribí este libro en un país en que los intelectuales suelen ser laicos, ateos, no imaginan que la religión pueda ser un tema de conversación más que para los extremistas. ¡Para ellos Dios está pasado de moda y el Diablo es ridículo! Yo, que fui durante tanto tiempo un escéptico, tengo otro punto de vista: somos producto del Iluminismo, que empieza al final de la Edad Media, atraviesa el Renacimiento y concedió al hombre el rol primordial, y luego vino el nacimiento del individuo moderno. Quisimos eliminar a Dios y al Diablo. Se me ha reprochado el hecho de que haya empleado a ese demonio manipulador, narrador, mentiroso, pero creo verdaderamente en mi tesis. ¡Eso no es un artificio literario! El Diablo no tiene cuernos ni uniforme, no ataca a nadie durante el sueño, sino que por el contrario, es un trabajador encarnizado que estimula la burocracia, la ignorancia, la desinformación. El demonio aprende de los humanos y no al revés”.

De nuevo dio tela para cortar. Es una lástima que no haya podido seguir su acercamiento a Hitler y a la II Guerra Mundial. Ya tenía montones de datos, como siempre, luego de investigar por meses y hacer ese trabajo de hormiga de la profesión más noble del mundo, la de periodista, que Norman Mailer ejerció con el valor cívico imprescindible en el camino infinito de deshacer entuertos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Voy a buscar los libros de ese escritor para leerlo

marichuy dijo...

Erat

Sin duda una de las grandes personalidades del periodismo y la literatura estadounidenses.

Un abrazo

PEPMAC dijo...

Saludos Erath

Excelente post

Champy dijo...

Oye COMPADRE.... Donde se consigue su obra???

Se de su fama, se de la polemica a su alrededor, pero no conosco mucho de su trabajo.