lunes, mayo 12, 2014

Ángel Reyna: Como duendes o magos

Ángel Reyna: Como duendes o magos
Gerardo Monroy
@erathora


Siempre sonriente encontramos a José Ángel Reyna Cepeda en las funciones teatrales, exposiciones pictóricas, presentaciones de libros, etc., a las que se hace algún lugar en la Comarca. Ángel cubre la información cultural para el periódico Milenio. Su trato con los artistas es afable, atento y respetuoso.

No es, sin embargo, sólo en sus facetas de periodista y degustador de arte donde Ángel Reyna despliega su don de ubicuidad. Con la entrada de Renata Chapa al Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, Reyna fue incluido en la nómina del ayuntamiento, donde aparece caracterizado sucintamente como “jefe”. Por su desempeño como “jefe”, Ángel Reyna gana 16,816.50 pesos mensuales (1). El reportero agrega este dinero a los ingresos que percibe por colaborar con Milenio y cuyo monto desconocemos. Así pues, Reyna cobra en la institución pública y en la iniciativa privada; cobra como empleado del ayuntamiento y como vigilante de las acciones del ayuntamiento.

Casualidad o no, desde que Reyna fue dado de alta en la lista del IMCE, las notas y artículos culturales de Milenio ofrecen una imagen embellecida del instituto, pese a que —y esto Reyna no lo ignora— a últimas fechas un grupo de artistas laguneros hemos dado a conocer prácticamente por todas las vías una serie de quejas relacionadas con la dirección de Chapa.

Bajo el título “Becarios”, AR publicó el 12 de abril en su columna “Agenda cultural” lo siguiente: “Hay personas y colectivos de artistas y promotores culturales que [...] consiguen una beca y luego otra y una más. El peligro, como en todo, es la comodidad del recurso seguro”. “Hay muchas ideas en el aire, gente creativa que solicita apoyos con honestidad [...] y también vividores, eternos becarios que venden espejitos por dinero seguro” (2).

Dos semanas después, el 3 de mayo, bajo el título “Aquí estamos”, AR dice al pie de la letra: “Es verdad que el arte se tiene que pagar, y bien. Pero [...] si alguien ayuda a que exista un grupo, una academia [...], entonces es lógico que los beneficiarios de esas iniciativas culturales y artísticas digan aquí estamos y en qué podemos servir”. “La gente que da, recibe; es una fórmula que no falla. Y en este mundo las personas privilegiadas con la oportunidad de desarrollar habilidades [...], si guardan su riqueza, no la disfrutan. O si solo la muestran a los demás si hay un billete de por medio, tampoco rinde”. A Reyna le da gusto “que [...] haya agrupaciones y solistas que sin pedir algo a cambio, acuden [...] a dar una clase de pintura, a bailar en un teatro. Incluso hay quienes dan más, ayudan a organizar un festival y aún llegan más lejos, pagan [...]. Son gente que está ahí, como duendes, o magos que reciben mucho más de lo que dan” (3).

Suponemos que AR habla de artistas profesionales. Nada en el último texto indica o sugiere que esté hablando de artistas “amateurs”, independientemente de que el trabajo del “amateur” también merece ser recompensado.

Interesante resulta leer, paralelamente a las columnas de Reyna, las declaraciones que el lagunero Armando Martínez Morales (“Cuty”, guitarrista, compositor e intérprete de música popular), entrevistado por Nancy Azpilcueta y Daniel Raddi, dio para el sitio web Razones de Ser (4):

Razones de Ser: “[En el festival “La calle es de todos”] van a presentarse Panteón Rococó y Lila Downs, entre otros. Uno no puede de dejar de reconocer el talento de estos artistas, pero, ¿el trato deferencial que reciben ellos es igual a lo que reciben artistas locales?”
Armando Martínez: “[...] A los locales se nos pide que trabajemos gratuitamente”.
Razones de Ser: “Pero los funcionarios no trabajan gratis...”
Armando Martínez: “Justamente, no. Pero lo primero que te dicen es que no hay dinero. Y acá surge el choque, pues yo estuve en la campaña de [Miguel Ángel] Riquelme, invitado a las reuniones. El señor se comprometió y firmó que el presupuesto en cultura, que era de dos millones de pesos, fuera de veinte millones de pesos mensuales” [sic; el presupuesto es en realidad de 20 millones de pesos anuales].

En la misma entrevista, que recomiendo leer completa, Cuty recuerda el caso reciente de Sinaí Navarro, un músico de gaita a quien la policía le impidió tocar en el Paseo Colón. “Con lo que no contaban”, recuerda Cuty, “es que este artista es abogado. Él se retiró pero levantó dos actas. Una en Derechos Humanos y otra en las autoridades correspondientes. La sorpresa fue que Derechos Humanos hizo la recomendación de que [los policías] tenían que asistir a una serie de pláticas, pues violaron el derecho de esta persona”.

Precisamente Cuty, Sinaí y un servidor, Gerardo Monroy, junto con otros artistas y ciudadanos, hemos formulado críticas públicas, no sólo a través de los medios (que, salvo por un par de notas, han fingido ignorarnos) sino en el mismo Cabildo, a las acciones y omisiones de Renata Chapa. Son grandes las injusticias e irregularidades en el IMCE y en el Consejo Municipal de Cultura y Educación; pero tal vez más desconcertante y más preocupante es la confusa nube de ideas que acerca de la cultura tiene la extravagante Sra. Chapa. Al amparo de un presupuesto como el que ella maneja, las ideas extravagantes se convierten en ejecuciones extravagantes.

Pero volvamos a nuestro tema inicial. Para hacerlo, tenemos que pasar por Guadalajara, Jalisco.

El 26 de abril, la revista Proceso informó en su sitio web (5) que María Beatriz García De La Cadena Capetillo, reportera de Televisa Occidente, gana en el ayuntamiento de Guadalajara más de 32 mil pesos al mes por ser “jefe de Departamento B en la Dirección de Mejoramiento Urbano”. “Ella le realizó una entrevista a modo al alcalde priista de Tlaquepaque, cuando curiosamente el gobierno tapatío le subió el sueldo de 13 mil a 16 mil pesos [quincenales]”, denuncia una fuente cercana al ayuntamiento de aquella ciudad.

¿Por qué piensas, lector, que Proceso consideró relevante esta noticia? Una persona tiene un empleo remunerado como periodista y, al mismo tiempo, tiene un empleo remunerado en un ayuntamiento. ¿Qué importa? ¿Qué más da?

Si estrictamente hablando no comete una acción ilegal, el periodista que labora simultáneamente como empleado de una institución pública debe ser cuestionado desde la ética profesional. Como refleja el ejemplo de Beatriz García, la cercanía con el poder perjudica el trabajo periodístico. Cualquier intento de ser objetivo se abandonará. La redacción de las notas buscará ser complaciente con los políticos o con los funcionarios.

Pero, además, cuando el empleado público, desde su tribuna mediática, predica las bondades de trabajar gratis... Perdón, pero la impresión que deja es de cinismo. La recomendación de trabajar sin cobrar puede ser bondadosa o noble en determinadas circunstancias, pero no cualquiera tiene derecho a formularla. Si no practico la austeridad, es casi una inmoralidad promocionarla, aun si la austeridad es moralmente buena. No tengo derecho a solicitar de nadie una virtud que yo mismo no practico. Tenemos que ganarnos el derecho a decir las palabras que decimos.

Una duda: ¿cuánto gana Ángel Reyna en Milenio? Otra duda: el sueldo de Reyna en el ayuntamiento no parece excesivamente alto, pero ¿qué pasa cuando lo tasamos por hora? ¿Cuánto tiempo le dedica Ángel a cada uno de sus empleos?

Supongo que, por congruencia, Reyna renunciará al empleo en uno de los sitios donde lo ocupan. Por congruencia, supongo, dejará de cobrar en los dos lugares. Si procede así, tenga confianza en que al final recibirá mucho más de lo que da: como un duende o un mago. Quede claro que no le estoy pidiendo hacer ni dejar de hacer nada: tan sólo expongo mis triviales suposiciones, inferidas a partir de las palabras del propio Ángel. Ningún derecho tengo a solicitarle ni recomendarle actuar de un modo que probablemente yo mismo no seguiría.

Espero que el apreciado Ángel Reyna comprenda que ninguna mala voluntad anima mis cuestionamientos. Son tan sólo dudas, que muy probablemente se quedarán sin respuesta.

Notas
(1) La nómina del IMCE está disponible para su consulta y descarga en http://www.icai.org.mx/ipmn/Documentos/imcet/Nomina%20IMCE%20feb2014.pdf y http://erathora.blogspot.com/2014/05/nomina-imce.html.
(2) http://www.milenio.com/firmas/angel_reyna/Becarios_18_279152155.html.
(3) http://www.milenio.com/firmas/angel_reyna/agenda-cultural_18_291750908.html.
(4) Entrevista publicada el 5 de mayo en http://www.razonesdeser.com/vernota.asp?notaid=101175.
(5) http://www.proceso.com.mx/?p=370747.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A FIN DE CUENTAS UNO DE TANTOS AVIADORES QUE NO TRABAJAN PERO BIEN QUE CHUPAN EL DINERO DE LOS CIUDADANOS LAGUNEROS.

Anónimo dijo...

Esta nota ya está obsoleta. Ángel Reyna ya ni es periodista cultura de Milenio, ni trabaja en el Ayuntamiento. Aún que siguiera desempeñando ambos trabajos, el maestro Reyna sabe hacerlo con integridad, siendo fiel a la misión del periodista de ser objetivo, ya su misión con la ciudadanía al aportar su inconmensurable capacidad al trabajo en favor de la cultura torreonense.

Anónimo dijo...

JAjajajajajajajajajajajaja....... "inconmensurable"...??? Esa palabreja me recuerda la manera de hablar de alguien..... ¿¿¿RENATA???