jueves, diciembre 13, 2007

«He sido un asesino psicópata»

Jimmy Massey: «He sido un asesino psicópata»*
Testimonio de un ex soldado marine de EEUU que peleó en Irak

Rosa Miriam Elizalde**
Red Voltaire
22 de noviembre de 2007

Durante casi 12 años el sargento Jimmy Massey fue un marine de corazón duro. En marzo del 2003, llegó a Irak con las tropas invasoras y dirigió a 45 hombres que no dudaron en matar a civiles inocentes. Jimmy Massey participando en la Feria del Libro de Caracas, donde presentó su libro Cowboys de Infierno, un crudo testimonio del genocidio que EE.UU. comete día a día contra el pueblo iraquí. El ex marine responde a las preguntas de la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde de Cubadebate. Desde Caracas.
Dos fotografías del soldado Jimmy Massey en Irak al desencadenarse la invasión estadounidense en marzo 2003.

«Tengo 32 años y soy un asesino psicópata entrenado. Las únicas cosas que sé hacer es venderle a los jóvenes la idea de enrolarse en los marines y matar. Soy incapaz de conservar un trabajo. Para mí los civiles son despreciables, retrasados mentales, unos débiles, una manada de ovejas. Yo soy su perro pastor. Soy un depredador. En el Ejército me llamaban "Jimmy el Tiburón"».

Este es el segundo párrafo del libro escrito hace tres años por Jimmy Massey, con la ayuda de la periodista Natasha Saulnier, que fue presentado en la Feria del Libro de Caracas. Cowboys de Infierno es el relato más violento que se haya escrito hasta ahora de la experiencia de un ex miembro del Cuerpo de Marines, uno de los primeros en llegar a Irak durante la invasión del 2003 y que decidido a contar todas las veces que sean necesarias qué significa haber sido por 12 años un despiadado marine y por qué lo cambió la guerra.

Jimmy asistió como panelista al taller principal de la Feria, que tiene un título polémico: «Estados Unidos, la Revolución posible», y su testimonio ha sido quizás el de mayor impacto en la audiencia. Lleva el pelo con un corte militar, espejuelos oscuros, camina con aires marciales y sus brazos están completamente tatuados. Parece exactamente lo que era: un marine. Cuando habla es otra cosa: alguien profundamente marcado por una aterradora experiencia que intenta evitarle a otros jóvenes incautos. Como asegura en su libro, no ha sido el único que mató en Irak: esta fue una práctica constante entre sus compañeros. Cuatro años después de dejar la guerra, todavía vive perseguido por las pesadillas.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Qué significan todos esos tatuajes?

Jimmy Massey: Tengo muchos. Me los hice en el Ejército. En la mano (señala la zona entre los dedos pulgar y anular), el logo de Blackwater, el ejército mercenario que fue fundado donde yo nací, en Carolina del Norte. Me lo hice en un acto de resistencia, porque los marines tienen prohibido tatuarse la zona que va de las muñecas a las manos. Un día los integrantes de mi pelotón nos emborrachamos y todos nos hicimos el mismo tatuaje: un cowboy de ojos inyectados en sangre sobre varias ases, que representan la muerte. Quiere decir exactamente eso que estás pensando: «mataste a alguien». En el brazo derecho, el símbolo de los marines, con la bandera norteamericana y la Texas, donde me enrolé en el Ejército. En el pecho, del lado izquierdo, un dragón chino que desgarra la piel y significa que el dolor es la debilidad escapándose del cuerpo. Lo que no nos mata nos hace más fuerte.

Tapa del libro Cowboys del Infierno que fue presentado en la Feria del Libro de Caracas (FILVEN 2007) y en presencia de Jimmy Massey. Usted podrá pedir el libro escribiendo a la editorial Timéli: mail@timeli.ch y apoyar de esta manera a nuestras investigaciones periodísticas.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Por qué dijo que en el Cuerpo de Marines encontró las peores personas que usted ha conocido en su vida?

Jimmy Massey: Estados Unidos solo tiene dos maneras de usar a los marines: para tareas humanitarias y para asesinar. En los 12 años que yo pasé en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos jamás participé en misiones humanitarias.

Rosa Miriam Elizalde: Antes de ir a Irak usted reclutaba a jóvenes para que ingresaran en el Ejército. ¿Qué significa ser un reclutador en Estados Unidos?

Jimmy Massey: Ser un mentiroso. La administración Bush ha forzado a la juventud norteamericana para que se enrole en el Ejército y lo que básicamente hace –y yo hice también- es tratar de ganar gente con incentivos económicos. Durante tres años recluté a 74 personas, que nunca me dijeron que querían entrar en el Ejército para defender al país ni argumentaron ninguna razón patriótica. Querían recibir dinero para ir a una universidad u obtener un seguro de salud. Y yo les describía primero todas esas ventajas y solo al final les hablaba de que iban a servir a la patria. Jamás recluté al hijo de un rico. Para mantener el trabajo, los reclutadores no podíamos tener escrúpulos.

Rosa Miriam Elizalde: Ahora el Pentágono ha relajado más los requisitos para entrar al Ejército. ¿Qué significa eso?

Jimmy Massey: Los estándares para el reclutamiento han descendido enormemente, porque casi nadie quiere enrolarse. Ya no es un impedimento tener problemas mentales ni antecedentes criminales. Pueden ingresar personas que han cometido felonías, es decir que han sido sentenciadas a más de un año de cárcel, lo que se considera un delito serio. Pueden ingresar muchachos que no han terminado los estudios preuniversitarios. Si pasan la prueba mental, ingresan.

Rosa Miriam Elizalde: Usted cambió después de la guerra, pero ¿qué sentimientos tenía antes?

Jimmy Massey: Yo era como otro soldado cualquiera, que creía en lo que le decían. Sin embargo, desde que estaba reclutando comencé a sentirme mal: como reclutador tenía que mentir todo el tiempo.

Rosa Miriam Elizalde: Sin embargo, creyó que su país se enrolaba en una guerra justa contra Irak.

Jimmy Massey: Sí. Los reportes de inteligencia que recibíamos decían que Saddan tenía armas de destrucción masiva. Después descubrimos que todo era mentira.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Cuándo se enteró que lo habían engañado?

Jimmy Massey: En Irak, a donde llegué en marzo de 2003. A mi pelotón le tocó ir a los lugares que habían sido del Ejército iraquí y vimos miles y miles de municiones en cajas que llevaban la etiqueta norteamericana y estaban ahí desde que los Estados Unidos ayudaban al gobierno de Saddan en guerra contra Irán. Vi cajas con la bandera norteamericana y hasta tanques de EE.UU. Mis marines –yo era sargento de categoría E6, un rango superior al sargento, y dirigía a 45 marines- me preguntaban por qué había municiones de nuestro país en Irak. No entendían. Los informes de la CIA afirmaban que Salmon Pac era un campo de terroristas y que íbamos a encontrar armas químicas y biológicas. No encontramos nada. En ese momento empecé a pensar que nuestra misión realmente era el petróleo.

Rosa Miriam Elizalde: Las líneas más perturbadoras de su libro son esas donde usted se reconoce como asesino psicópata. ¿Puede explicar por qué lo dice?

Jimmy Massey: He sido un asesino psicópata porque me entrenaron para matar. No nací con esa mentalidad. Fue el Cuerpo de Infantería de Marina quien me educó para que fuera un gangster de las corporaciones estadounidenses, un delincuente. Me entrenaron para cumplir ciegamente la orden del Presidente de Estados Unidos y traerle a casa lo que él pidiera, sin reparar en ninguna consideración moral. Yo era un psicópata porque nos ensañaron a disparar primero y a preguntar después, como lo haría un enfermo y no un soldado profesional que solo debe enfrentar a otro soldado. Si había que matar a mujeres y a niños, lo hacíamos. Por tanto, no éramos soldados, sino mercenarios.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Qué experiencia exactamente le hizo a usted llegar a esa conclusión?

Jimmy Massey: Hubo varias. Nuestro trabajo era ir a determinadas áreas de las ciudades y ocuparnos de la seguridad en las carreteras. Hubo un incidente en particular -y muchos más- que realmente me llevó hasta el borde del precipicio. Afectó a un coche que llevaba civiles iraquíes. Todos los informes de inteligencia que nos llegaban decían que los carros iban cargados con bombas y explosivos. Esa era la información que recibíamos de la inteligencia. Los carros llegaban a nuestros controles y hacíamos algunos disparos de advertencia; cuando no detenían su marcha a la velocidad que indicábamos, disparábamos sin contemplaciones.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Con las ametralladoras?

Jimmy Massey: Sí. Esperábamos que hubiera explosiones al acribillar cada vehículo. Pero nunca oímos nada. Luego abríamos el carro y ¿qué encontrábamos?: muertos o heridos, y ni una sola arma, ninguna propaganda de Al Qaeda, nada. Salvo civiles en el lugar equivocado y en el momento equivocado.

Rosa Miriam Elizalde: Usted también relata cómo su pelotón ametralló una manifestación pacífica. ¿Es así?

Jimmy Massey: Sí. En los alrededores del Complejo Militar de Rasheed, al sur de Bagdad, cerca del río Tigris. Había manifestantes al final de la calle. Eran jóvenes y no tenían armas. Y cuando avanzamos había ya un tanque que estaba aparcado a un lado de la calle. El conductor del tanque nos dijo que eran manifestantes pacíficos. Si los iraquíes hubieran querido hacer algo podían haber volado el tanque. Pero no lo hicieron. Sólo estaban manifestándose. Eso nos hizo sentirnos bien porque pensamos: «Si fueran a dispararnos, lo habrían hecho ya». Ellos estaban como a 200 metros de nuestro retén.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Quién dio la orden de ametrallar a los manifestantes?

Jimmy Massey: Del alto mando nos dijeron que no perdiéramos de vista a los civiles porque muchos fedayines (combatientes) de la Guardia Republicana se habían quitado los uniformes, se habían puesto ropas de civiles y estaban desencadenando ataques terroristas contra los soldados estadounidenses. Los informes de inteligencia que nos daban eran conocidos básicamente por cada miembro de la cadena de mando. Todos los marines teníamos muy clara la estructura de la cadena de mando que se organizó en Irak. Yo creo que la orden de disparar a los manifestantes vino de altos funcionarios de la Administración, eso incluía tanto a los centros de inteligencia militar como gubernamental.


Rosa Miriam Elizalde: ¿Usted qué hizo?

Jimmy Massey: Yo regresé a mi vehículo, un humvee (un jeep altamente equipado) y escuché un tiro por encima de mi cabeza. Mis marines empezaron a disparar y yo también. No nos devolvieron ningún disparado, mientras que yo había disparado 12 veces.
Quise asegurarme de que habíamos matado según las normas de combate de la convención de Ginebra y los procedimientos operativos reglamentarios. Intenté olvidarme de sus caras y busqué las armas, pero no había ninguna.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Y sus superiores cómo reaccionaron?

Jimmy Massey: Me dijeron que «la mierda ocurre».

Rosa Miriam Elizalde: Cuando sus compañeros se enteraron que habían sido engañados, ¿cómo reaccionaron?

Jimmy Massey: Yo era segundo en el mando. Mis marines me preguntaban por qué estábamos matando a tantos civiles. «¿Tú puedes hablar con el teniente?», me preguntaron. «Diles que tiene que haber retenes adecuados, preparados por los ingenieros de combate». La respuesta fue: «No». En el momento en que los marines descubrieron que era una gran mentira, enloquecieron más.

Nuestra primera misión en Irak no fue para dar apoyo humanitario, como decían los medios, sino para asegurar los campos petroleros de Bassora. En la ciudad de Karbala usamos la artillería por 24 horas. Fue la primera ciudad que atacamos. Yo pensé que íbamos a darle ayuda médica y alimenticia a la población. No. Seguimos de largo hasta los campos petroleros. Antes de llegar a Irak, estuvimos en Kuwait.
Llegamos en enero de 2003 y nuestros vehículos estaban llenos de comida y medicina. Le pregunté al teniente qué íbamos a hacer con los suministros, pues apenas cabíamos nosotros con tantas cosas dentro. Me dijo que su capitan le había ordenado dejar todo en Kuwait. Poco después nos dieron la orden de quemarlo todo: alimentos y suministros médicos humanitarios.

Rosa Miriam Elizalde: Usted también ha denunciado el uso del uranio empobrecido...

Jimmy Massey: Tengo 35 años y sólo conservo el 80 por ciento de mi capacidad pulmonar. Me han diagnosticado una enfermedad degenerativa de la columna vertebral, fatiga crónica y dolor en los tendones. Antes, todos los días corría 10 kilómetros por puro placer, y ahora solo puedo caminar entre 5 y 6 km todos los días. Tengo temor de tener niños por eso. Mi cara está inflamada. Mira esta foto (me muestra la imagen que aparece en la credencial de la Feria del Libro), me la tomaron poco después de regresar de Irak. Parezco un Frankenstein. Todo eso se lo debo al uranio empobrecido, ahora imagínate lo que estará pasando con la gente en Irak.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Qué ocurrió cuando regresó a Estados Unidos?

Jimmy Massey: Me trataron como un loco, un cobarde, un traidor.

Rosa Miriam Elizalde: Sus superiores han dicho que es mentira todo lo que ha contado.

Jimmy Massey: La evidencia contra ellos es abrumadora. El Ejército norteamericano esta agotado. Mientras más tiempo dure esta guerra, más posibilidades habrá de que mi verdad aparezca.

Rosa Miriam Elizalde: El libro que usted ha presentado en Venezuela está editado en español y en francés. ¿Por qué no se ha publicado en Estados Unidos?

Jimmy Massey: Las editoriales han exigido que elimine los nombres reales de las personas que están involucradas en su historia y que presente la guerra en Irak como envuelta en una neblina, menos crudamente. No estoy dispuesto a hacerlo. Editoriales como New Press, supuestamente de izquierda, se negaron a publicarlo porque temían verse envueltas en un pleito presentado por la gente involucrada en el libro.

La asociación de Jimmy Massey, la IVAW «Veteranos de Irak contra la Guerra» (Iraq Veterans Against the War, IVAW) organizando una marcha de protesta en los EEUU para denunciar esta ilegal y abusiva invasión.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Por qué medios como The New York Times y The Washington Post jamás reprodujeron su testimonio?

Jimmy Massey: Yo no repetía el cuento oficial, de que las tropas estaban en Irak para ayudar al pueblo, ni repetía que los civiles morían por accidente. Me negué a decir eso. No había visto ningún disparo accidental contra los iraquíes y me negué a mentir.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Ha cambiado esa actitud?

Jimmy Massey: No. Lo que han hecho es incorporar opiniones y libros de personas con objeciones de conciencia: que están contra la guerra en general o que participaron en la guerra, pero no tuvieron este tipo de experiencia. Se resisten todavía a mirar de frente la realidad.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Tiene fotografías o documentos que prueben lo que usted nos ha contado?

Jimmy Massey: No. Me quitaron todas mis pertenencias, cuando me ordenaron regresar a Estados Unidos. Regresé de Irak solo con dos armas: mi mente y un cuchillo.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Habrá alguna salida a corto plazo para la guerra?

Jimmy Massey: No. Lo que veo es una misma política entre demócratas y republicanos. Son la misma cosa. La guerra es un negocio para ambos partidos, que dependen del Complejo Militar Industrial. Necesitamos un tercer partido.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Cuál?

Jimmy Massey: El del socialismo.

Rosa Miriam Elizalde: Usted ha participado en un taller cuyo título es «Estados Unidos: La Revolución es posible». ¿Cree que realmente que habrá revolución en EE.UU.?

Jimmy Massey: Ya comenzó. En el sur, donde yo nací.

Rosa Miriam Elizalde: Pero esa ha sido tradicionalmente la zona más conservadora del país.

Jimmy Massey: Después del Katrina eso cambió. Nueva Orleáns se parece a Bagdad. La gente del sur está indignada y se pregunta todos los días cómo es posible que se atrevan a invertir en una guerra inútil y en Bagdad, cuando no lo han hecho en Nueva Orleans. Recuerda también que en el Sur se inició la primera gran rebelión del país.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Iría usted a Cuba?

Jimmy Massey: Admiro a Fidel y al pueblo de Cuba y por supuesto, si me invitan, yo iré a la Isla. No me importa qué me diga mi gobierno. Nadie controla a dónde yo voy.

Rosa Miriam Elizalde: ¿Sabe usted que el símbolo del desprecio imperial hacia nuestra nación es una fotografía de marines mientras orinaban sobre la estatua de José Martí, el Héroe de nuestra Independencia?

Jimmy Massey: Si, lo sé. En el Cuerpo de Marines nos hablaban de Cuba como una colonia de los Estados Unidos y nos ensañaron algo de Historia. Parte de la formación de un marine es aprender algunas cosas de los países que habrá que invadir, como dice la canción.

Rosa Miriam Elizalde: ¿La canción de los marines?

Jimmy Massey: (Canta) «From the halls of Montezuma, to the shores of Tripoli…» (Desde las salas de Montezuma hasta las playas de Trípoli...)

Rosa Miriam Elizalde: Es decir, los marines quieren estar en todo el mundo.

Jimmy Massey: El sueño es dominar al mundo…, aunque por el camino nos conviertan a todos en asesinos.

* Jimmy Massey es actualmente uno de los principales activistas de la organización Veteranos de Irak contra la Guerra (Iraq Veterans Against The War, IVAW).

** Rosa Miriam Elizalde. Periodista cubana. Más artículos de esta autora.

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Entrevista a Jimmy Massey en la televisión venezolana



Parte 1

Parte 2

Parte 3

lunes, diciembre 10, 2007

Mientras escucho un disco de John Lennon

Alguien escucha un disco de John Lennon
Domingo F. Faílde

Viene del lado inmóvil del tiempo, suena
desde una cueva oscura esa voz que nadie localiza,
flota en el aire,
se empoza en la nostalgia, como un presagio líquido,
surcando la penumbra gris del atardecer.
He aquí, en un remolino de pájaros, la música;
el vértigo indomable de la voz, y John Lennon
sueña, imagina, eleva
la construcción del grito, la precisión insomne
de la luz insaciada.
John Lennon, a lo lejos,
trepa por el crepúsculo,
y reverdece el cauce del calendario,
como si un maremoto,
recorriendo el declive de la memoria,
el velo del origen descorriera.
He aquí la perfección de la tristeza
que mide la distancia de la noche, su indescifrable código,
sus ocultos designios, en tanto
dilapida sus pétalos la duda.

No es acaso John Lennon quien cruza la avenida,
sino una sombra dulce que no borró la lluvia,
anclada a un tocadiscos que, pese a todo, suena,
mientras entre los sauces se atrinchera el otoño.

(Náufrago de la lluvia, 1995)
Love

Love is real, real is love,
Love is feeling, feeling love,
Love is wanting to be loved.

Love is touch, touch is love,
Love is reaching, reaching love,
Love is asking to be loved.

Love is you,
You and me,
Love is knowing
We can be.

Love is free, free is love,
Love is living, living love,
Love is needing to be loved.

(1970)

miércoles, diciembre 05, 2007

Miles plays John

Por: Eratóstenes Horamarcada

El jazz es el hermano mayor de la revolución. La revolución lo sigue a todas partes.
Miles Davis

No que yo sepa mucho de jazz --la verdad, más que melómano soy villamelón, y no sólo hablando de jazz--, pero esta rola me gusta mucho. No tengo más que decir.

Bueno, sí, agregaré algo más. ¿No creen que el sustantivo "rola", del cual nos valemos l
os mexicanos cuando en un ambiente familiar o coloquial suena la música, es preciso y es precioso? Porque ¿cómo definir a cada diferente "interpretación" o "tema" de jazz? No con el nombre de "canción", porque no siempre se extiende sobre los instrumentos un vocalista que cante (la guía de un cantante, en cambio, sería una cualidad distintiva del pop). Me incomoda igualmente hablar de "piezas"; una pieza es un pedazo, un remanente de una totalidad descompuesta. Y "melodía" es aún menos exacto: queremos oír la armonía, el ritmo, y no la melodía a secas.

Como sea, invito al vagabundo cibernético a que, si ya se detuvo en mi blog, escuche la rola
John McLaughlin, incluida como cuarto track en el álbum del trompetista Miles Davis Bitches brew, grabado en 1969 y editado en 1970. Para mí, es conmovedor que un músico respetado universalmente como Davis, en el esplendor de su apogeo y fama, haya dedicado este tema a uno de sus colaboradores más jóvenes. El buen John debió haber sentido algo muy chingón (excuse my French) al descubrirse inmortalizado no sólo por su participación como guitarrista en el disco, sino porque su nombre es también el de un deslumbrante cuerpo sónico.

Con Bitches brew, como se anuncia ya desde el irreverente título y la abigarrada portada, Miles Davis se rebela contra sí mismo, se reinventa y deja atrás el cool jazz, del que fuera figura principal durante casi dos décadas completas. Y es que el estilo cool, finalmente, había sido bienvenido en el apretado ambiente snob de los salones de la burguesía blanca que tanto detestaba Miles: la juventud blandengue y "culturosa", como dirían Beam y los compas batianos. El trompetista se había comprometido, emocional y políticamente (a todo compromiso político le precede un compromiso emocional), con movimientos contestatarios como el de Malcolm X y otros agitadores que en la espumosa marea de los años 60 reivindicaban la herencia africana de los negros norteamericanos. La música de Davis resintió su inconformismo político; así, en Bitches brew, la trompeta hasta entonces "tranquila" de Miles se saca de la garganta ruidos y rugidos desconcertantes, y cada miembro de la banda se obliga a desarrollar toda la potencia agresiva de sus respectivos instrumentos; el ejemplo, por supuesto, lo habían impuesto los músicos de free jazz, pero lo de Bitches brew era otra cosa: algo más duro, compacto y carnal.

Uno de los jóvenes que comenzaban a descollar en el jazz de aquellos años era el inglés John McLaughlin. Éste, si bien de raza blanca, aprovechó la experiencia de uno de los guitarristas negros que mayor influencia han ejercido en la música popular: Jimi Hendrix. Ciertamente, Hendrix --y la mayoría de los admiradores de Hendrix-- toca rock, pero un rock fuertemente enraizado en el blues. Con Hendrix, el rock deja de ser blues blanqueado para transformarse en blues electrificado. A través de McLaughlin, Miles aprende de Hendrix; pero no habremos de olvidar aquella aguda observación del baterista avant-garde Shelly Manne: "Cuando el jazz toma del rock, en realidad está tomando de sí mismo".

Al igual que intentaran hacer años atrás con el músico
cool, los Estados Unidos Blancos & Burgueses, esta vez en su encarnación pop, intentaron atraer hacia su mundo a Davis, invitándolo a tocar con músicos de moda (Eric Clapton, Jack Bruce) en el New York Pop Festival de la isla Randall (julio de 1970). La respuesta del trompetista negro, fiel a sí mismo y a su raza, fue: "No quiero ser hombre blanco. Rock es palabra del hombre blanco".

Una respuesta que me escuece, habiendo oído rock y pop toda mi vida. Y porque me hubiera gustado ver a Davis junto a Clapton --¿a quién no?-- tocando al unísono, e incluso al horrísono. Además, no es por hablar mal de Miles, pero en algún festival pop terminó tocando por ahí (eran los 80) unas versiones harto
bizarre de Michael Jackson y Cindy Lauper.

Pero le prometí al vagabundo algo de música, como si fuera agua. Y música es lo que de mí beberá.


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lunes, diciembre 03, 2007

Carnemente

Carta abierta
VII
Juan Gelman

deshijándote mucho/deshijándome/
buscándote por tu suavera/
paso mi padre solo de vos/pasa
la voz secreta que tejés/paciente/

como desalmadura de mi estar/
¿niñito que pasás volando por
los trabajos grandísimos?/
¿atando?/¿desatando?/¿atando para
que no me quepa en vos?/¿me fuese afuera
de este dolor?/¿a dónde?/¿qué país
sangrás/para que sangre carnemente?/
¿por dónde andás/tristísimo de tibio?

(Si dulcemente, 1980)

viernes, noviembre 23, 2007

Árbol de tilo

Por: Eratóstenes Horamarcada

Demasiado joven murió Franz Peter Schubert, el 19 de noviembre de 1828, en Viena, donde había nacido 31 años atrás. En ese penoso y brevísimo lapso pudo confeccionar una formidable obra integrada por tal vez un millar de piezas distin
tas, de la que han prevalecido en la memoria del público los Lieder o "canciones"; Lied es la forma alemana del singular que designa a cada composición cuya melodía interpreta un vocalista, por lo común con la armonía de uno o pocos instrumentos; el número plural de Lied es Lieder.

Franz Schubert, en un cuadro (1875) de Wilhelm August Rieder

Franz Schubert dio al Lied (Kunstlied, para distinguirlo de la canción popular, Volkslied)
su configuración más acabada como género musical. Escribió más de seiscientos. Schubert unió en un solo cuerpo el canto y el piano sin que disminuyera la capacidad expresiva de la voz ni la del instrumento; antes, por el contrario, esta capacidad, en manos de Schubert, se intensifica o refina; pero el compositor, al tiempo que pule la expresividad, aleja a una y a otro, voz y piano, de los manierismos, virtuosismos o voluptuosidades de los conciertos o de las arias de ópera, guiándolos bajo un principio de limpieza, de suma delicadeza y austeridad. Schubert, digámoslo así, ha sabido "calibrar" las dimensiones de la canción; en su música, en su duración, en su texto, los Lieder se convierten en temas, en unidades autónomas, como los poemas de un libro.

El
Lied había nacido anudado a la poesía, por lo que puede decirse que Schubert revitaliza su tradición, reanudando la corriente desde su manantial. Los historiadores han rastreado los orígenes del género en las tonadas populares anónimas y en los coros de la liturgia cristiana protestante que legó a Europa Martín Lutero, figura fundadora indispensable de la música alemana y de la lengua alemana. En días de Schubert, los artistas solían poner música a los poemas de Johann Wolfgang von Goethe, transformándolos en Lieder. Schubert, admirador fervoroso del autor de Fausto, también realizó adaptaciones de sus escritos, así como de Friedrich Schiller y otros poetas.

El
Lied que pueden escuchar en el video de esta entrada se titula Am Brunnen vor dem Tore, "En la noria situada delante de los portones", conocida también con el nombre de Der Lindenbaum, "El árbol de tilo". El autor del texto —de "la letra", como dicen en el mundo del pop— es el poeta Wilhelm Müller (1794-1827), contemporáneo y coterráneo de Schubert. Los dos "ciclos" o colecciones de Lieder que compuso Schubert, Die schöne Müllerin y Die Winterreise, están inspirados en la poesía de Müller. Der Lindenbaum es la quinta pieza del segundo ciclo schubertiano, "Viaje a través del invierno". El poema de Müller pertenece a los Gedichte aus den hinterlassenen Papieren eines reisenden Waldhornisten, "Poemas póstumos de un clarín viajero", y data de 1823. Schubert le puso música en 1827, año de la muerte del escritor y año asimismo que precedió al de la temprana muerte del músico.

Frontispicio de las Obras Completas (1830) de Wilhelm Müller

El Lied de Schubert, junto al peregrino del poema de Müller, inicia su recorrido entre la tierna calma y la bondad de los primeros compases, que le abren un ancho panorama a quien oye la música. Sobre la piel del tilo
—árbol del sueño, el caminante tatúa leyendas de una melancolía dulce y suave; y aun parece dar la bienvenida a la desdicha, porque sabe que ésta es inseparable del amor. Uno adelantaría que el transcurso del canto, y del personaje, serán pacíficos, y sus pasos segurosmas, de repente, el viajero vacila; el oyente se sobresalta; el piano se violenta; la voz se hace profunda; el inflexible tilo se descarna para erguirse en símbolo imperecedero de la muerte. Recordemos que el árbol se yergue delante de un pozo de agua. El terco "Du fändest Ruhe dort" con que requiere el árbol al pasajero de la vida, recuerda, o repite —porque ambos gritos provienen de una misma boca—, al "Nevermore" que desgañita al cuervo de Poe. El Lied retoma, hacia el final, los suaves compases de un principio, pero el poema termina abruptamente.

Me gustaría mencionar la agradable sorpresa que me llevé al conocer el sitio
Das Goethezeitportal, donde se exhiben postales y hojas de los siglos XIX y XX que ilustran los textos de "rolas" populares; hagan de cuenta nuestros "cancioneros". Am Brunnen... llegó a ser muy popular, y algunos de los ilustradores que se ocuparon de ella, la mayoría casi desconocidos, son intérpretes legítimos de este poema, no menos que un cantante sagaz. Alois Broch, por ejemplo, cuyo trabajo pueden ver al final de esta entrada, recrea un cielo triste y una tierra mortuoria, con una luna amarilla parecida a la de Van Gogh, que acaso ensombrece más que ilumina al desolado vagabundo que da la espalda al ominoso árbol.

Hans Wolff dirigió en 1952 una película con el título del Lied. ¿Quién la habrá visto?

Esta versión de Am Brunnen vor dem Tore fue filmada el 14 de mayo de 1959, en Londres, y presenta a dos de los grandes intérpretes de Schubert, el barítono Dietrich Fischer-Dieskau y el pianista Gerald Moore. Aunque la música, la del canto y la del piano, es ella sola fuerte para conmovernos, me atreví a traducir el Lied a nuestro idioma. Mi atrevimiento, sin duda, peca de impertinente, ya que ignoro el alemán y, aunque para redactar esta entrada he consultado todo el tiempo mi diccionario, me he basado más bien en una traducción anterior, la que hizo al inglés —él sí desde el idioma original— el químico Walter A. Aue, buen conocedor de la literatura alemana. Pueden encontrar su traducción en la página de YouTube donde obtuve el video. En la misma página se cita una observación de Aue, tan acertada que recordarla aquí me parece la mejor manera de cerrar estos párrafos antes de sumergirnos en la música:

"El árbol de tilo", con la melodía de Franz Schubert de Die Winterreise, es uno de los pocos ejemplos donde un gran compositor clásico —otros dos que acuden a la mente son Mozart y Brahms— escribió una canción que, quizá bajo una forma ligeramente simplificada, llega a convertirse en un tema popular ("folk song", "Volkslied"). No existe honor más grande en la tradición alemana.

En YouTube

El tilo

Delante de la noria,
Solo un tilo se alzaba.
Dulce sueño su sombra
Me dio cuando dormí.

Cincelé en su corteza
Palabras de amor mío:
Alegrías y duelos
En una misma raya.

Me perdí, vagabundo,
En la noche pesada
Y abrí, entre las tinieblas,
Mi vista a su visión.

Y sus ramas crujieron
Como si me llamaran:
"¡Ven aquí, peregrino!
¡En mí tendrás tu paz!"

El viento sopló helado
Quemándome la cara,
Robándome el sombrero,
Pero no me volví.

Y aún ahora, a muchas
Horas de aquel camino,
Todavía oigo al tilo:
"¡En mí tendrás tu paz!"
Postal de Alois Broch que ilustra el poema de Müller

The Linden Tree

Wilhelm Müller
Traduction: Walter A. Aue
Found in:
http://myweb.dal.ca/waue/Trans/Mueller-Lindenbaum.html

At wellside, past the ramparts,
There stands a linden tree.
While sleeping in its shadow,
Sweet dreams it sent to me.

And in its bark I chiseled
My messages of love:
My pleasures and my sorrows
Were welcomed from above.

Today I had to pass it,
Well in the depth of night-
And still, in all the darkness,
My eyes closed to its sight.

Its branches bent and rustled,
As if they called to me:
Come here, come here, companion,
Your haven I shall be!

The icy winds were blowing,
Straight in my face they ground.
The hat tore off my forehead.
I did not turn around.

Away I walked for hours
Whence stands the linden tree,
And still I hear it whisp'ring:
You'll find your peace with me!

(Original in German: Der Lindenbaum; in Gedichte aus den hinterlassenen Papieren eines reisenden Waldhornisten, 1823)

Der Lindenbaum

Wilhelm Müller

Am Brunnen vor dem Tore
Da steht ein Lindenbaum:
Ich träumt in seinem Schatten
So manchen süßen Traum.

Ich schnitt in seine Rinde
So manches liebe Wort;
Es zog in Freud und Leide
Zu ihm mich immer fort.

Ich mußt auch heute wandern
Vorbei in tiefer Nacht,
Da hab ich noch im Dunkel
Die Augen zugemacht.

Und seine Zweige rauschten,
Als riefen sie mir zu:
Komm her zu mir, Geselle,
Hier findst du deine Ruh!

Die kalten Winde bliesen
Mir grad ins Angesicht,
Der Hut flog mir vom Kopfe,
Ich wendete mich nicht.

Nun bin ich manche Stunde
Entfernt von jenem Ort,
Und immer hör ich´s rauschen:
Du fändest Ruhe dort!

(Gedichte aus den hinterlassenen Papieren eines reisenden Waldhornisten, 1823)

miércoles, noviembre 21, 2007

Elemental

Les agradezco a los visitantes de este blog --asiduos, esporádicos, casuales-- por la paciencia con que han recibido mis poemas, mis textos en general. ¡No se disculpen al señalar algún error, algún desacuerdo! La crítica siempre es benéfica para quien la recibe.

Más sobre Norman Mailer

El buen amigo coahuilense Carlos Velázquez publicó un artículo sobre Norman Mailer en el periódico virtual Los Tubos, de la ciudad de Monterrey, N.L. Pasen a leerlo, si son tan amables, por acá:
http://www.lostubos.com/verNoticia.php?Cve_Noti=4258

El blog de Carlitos Velázquez es
EL PASEO INMORAL
http://elpaseoinmoral.blogspot.com

Por si gustan visitarlo y expresarle sus opiniones acerca del artículo.

sábado, noviembre 17, 2007

Norman Mailer: un guerrero contra la guerra

Paquita Armas Fonseca
La Jiribilla
17 de noviembre de 2007

A mediados de los años 80 Leonardo Padura Fuentes me hizo un regalo: la lectura de Noches de la antigüedad, de Norman Mailer. Entonces el hoy reconocido autor cubano tenía —creo— solo dos o tres libros publicados, pero ya era un conocedor de la literatura norteamericana y me recomendó especialmente aquel libro voluminoso, que me prestó por una semana. No necesité los siete días, en menos, Ramsés II se me hizo un personaje manoseado y aprendí muchísimo del antiguo Egipto. Y comencé mi búsqueda de Mailer del que ya había leído Los desnudos y los muertos.

Al husmear en la vida del autor norteamericano no pocas sorpresas tuve: el movimiento feminista lo calificó como “el cerdo más grande y reaccionario” cuando se presentó a elecciones para alcalde de Nueva York.

Mailer se había buscado el odio de las mujeres a las que presentaba como androfóbicas por naturaleza. En su pieza El prisionero del sexo acusó a las féminas de “usar anticonceptivos por odiar a los hombres”. En una oportunidad escribió: “La revolución feminista ha convertido a la mujer en ese tipo de hombre que a mí me entristecía cuando era joven. Ese que tenía que trabajar de nueve a cinco de manera aburrida y nunca era dueño de su destino. Ahí es donde acabó su revolución, su asalto al poder”.

Pero sus opiniones no solo fueron polémicas con el sexo femenino. La autobiografía de Jesucristo, escrita en primera persona, también desató vapuleos en el público y alguna zona de la crítica.

Escritor y sobre todo periodista poco complaciente, Norman Mailer no solo disfrutaba sino que buscaba la polémica. Hijo de judíos, nacido en 1923 en New Jersey, tuvo una vida novelesca: se casó seis veces, fue padre de nueve hijos, en medio de una borrachera apuñaleó a su segunda mujer, participó como soldado en la II Guerra Mundial, bebía más de la cuenta y vivía intensamente.

Es considerado junto a Truman Capote uno de los más altos exponentes del periodismo literario, de hecho toda su obra parte de extensas e intensas investigaciones, o de vivencias que lo marcaron. Para escribir Noches de la antigüedad necesitó 11 años de investigación, mientras que Los desnudos y… son el reflejo de su vida como soldado. Este extraordinario texto lo catapultó a la fama. Fue el primero de sus 39 libros (Costa bárbara, Un sueño americano, Los tipos duros no bailan, La canción del verdugo, El Evangelio según el hijo, Los ejércitos de la noche y El prisionero del sexo, son algunos de ellos). En su extensa obra aparecen tres biografías sobre la actriz Marilyn Monroe, el pintor Pablo Picasso y acerca de Lee Harvey Oswald, supuesto asesino de John F. Kennedy. También escribió varios guiones para el cine. Ganador en dos ocasiones del Premio Pulitzer, es otro de los grandes ignorados por el Nobel.

Quizá en ese olvido haya influido que Mailer si bien pudo ser iracundo, y un ser antagónico con el movimiento feminista, fue uno de los críticos más agudo y constante de los gobiernos de su país, tanto que fue a dar a la cárcel por sus manifestaciones y hechos antibelicistas, a favor de los negros, en contra de la guerra de Vietnam y en cuanto movimiento considerara justo para su pueblo.

Jimmy Breslin, otro cultor del Nuevo Periodismo, compañero generacional de Mailer, opina que su amigo, “Del principio al final de su vida, tuvo siempre una especie de solemnidad en el pensamiento y dejó miles de páginas llenas de ideas que siguen saltando sobre ti como chispas brotando del fuego”. Y recordó al comprometido activista de finales de los 60: “Cuando los demás mostraban una total cautela en temas sociales, él rompió una lanza por la total integración de blancos y negros y defendió propuestas que entonces sonaban como impensables”.

Ya octogenario el escritor publicó El castillo en el bosque sobre la infancia de Adolf Hitler. Pensaba realizar otras piezas. En una de sus últimas entrevistas dijo: “¡Por suerte, hay poca documentación sobre Adolf niño! Eso me da más tiempo. He tenido que hacer trabajo de novelista”.

Al conversar sobre la novela en la que el escritor sataniza al Fürer, dice “…era débil, a los 16 años era un desastre afectivo, un absoluto fracaso. Una de las cosas interesantes, una de las razones que me hicieron pensar que Hitler es la respuesta a Jesucristo, su contrapartida en el plano satánico, es que no hay explicación humana del horror de lo que hizo. De su maldad. Podemos explicar a Stalin: viene de una familia espantosa, tiene la matanza en la sangre. Hitler sería más bien una marioneta histérica, vanidosa, satanizada y muy débil. Pero tenía una especie de genio político. Se lo digo: ¡fue elegido y reclutado por el Diablo! Tengo una teoría al respecto. Por poderoso que sea Dios, no puede controlar la Historia, porque su mecánica es demasiado compleja”.

Y en ese sentido Mailer lanza una de sus polémicas aseveraciones al argumentar la naturaleza satánica de Hitler: “Creo verdadera y seriamente en ella. Escribí este libro en un país en que los intelectuales suelen ser laicos, ateos, no imaginan que la religión pueda ser un tema de conversación más que para los extremistas. ¡Para ellos Dios está pasado de moda y el Diablo es ridículo! Yo, que fui durante tanto tiempo un escéptico, tengo otro punto de vista: somos producto del Iluminismo, que empieza al final de la Edad Media, atraviesa el Renacimiento y concedió al hombre el rol primordial, y luego vino el nacimiento del individuo moderno. Quisimos eliminar a Dios y al Diablo. Se me ha reprochado el hecho de que haya empleado a ese demonio manipulador, narrador, mentiroso, pero creo verdaderamente en mi tesis. ¡Eso no es un artificio literario! El Diablo no tiene cuernos ni uniforme, no ataca a nadie durante el sueño, sino que por el contrario, es un trabajador encarnizado que estimula la burocracia, la ignorancia, la desinformación. El demonio aprende de los humanos y no al revés”.

De nuevo dio tela para cortar. Es una lástima que no haya podido seguir su acercamiento a Hitler y a la II Guerra Mundial. Ya tenía montones de datos, como siempre, luego de investigar por meses y hacer ese trabajo de hormiga de la profesión más noble del mundo, la de periodista, que Norman Mailer ejerció con el valor cívico imprescindible en el camino infinito de deshacer entuertos.

Mailer

Norman Mailer (31 de enero de 1923 - 10 de noviembre de 2007), novelista estadunidense.

sábado, noviembre 03, 2007

Please help people in Tabasco

Nuestros amigos Lorena y Gunnar nos escriben desde Suecia para recordarnos que tenemos un deber de solidaridad con Tabasco, donde un millón de personas —la mitad de la población del estado— es afectada ahora mismo por las peores inundaciones sufridas en 50 años en aquella parte de México. Las primeras consecuencias del desastre podrían ser: 1) la escasez de agua y víveres en un territorio muy amplio; y 2) debido a ello, el desencadenamiento de epidemias.

Lo que sigue es el llamado de auxilio escrito por Gunnar en inglés; y después, mi traducción. Las fotografías se las envió a Lorena un amigo de Tabasco.

Gracias a todos por su solidaridad.

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Friends and readers:

I have never asked you about anything, but now I do.

Please help the people of Tabasco, Mexico.

If you can, give something, anything is fine, to the Red Cross (choose: "International Response Fund"; or, if you speak Spanish: Cruz Roja), so they can redistribute it to the people that need it.

An estimate of over 600 000 people have lost their homes as I write this, and around 80% percent of the state's surface is now covered by water.

And yes, to answer your question: the levee was never finished. They started working on it many years ago, but... mysterically "forgot" to make it ready.

Thank you for your help.

Info:

Government of Tabasco (bank accounts)
Tabasco Hoy (magazine in Spanish)
La Jornada (news)

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Amigos y lectores:

Nunca les he pedido nada, pero hoy sí lo haré.

Por favor, ayuden a la gente de Tabasco, México.

El que pueda, dé algo, cualquier cosa está bien, a la Red Cross (una vez en la página, los angloparlantes escojan "International Response Fund"; quienes hablen español, vayan al sitio de la Cruz Roja). Con nuestro apoyo, esta asociación beneficia a la gente que lo necesita.

Más de 600 000 personas han perdido sus hogares al momento en que escribo, y alrededor del 80% de la superficie del estado está cubierta por el agua.

Y sí, para responder a su pregunta: el dique nunca fue terminado. Empezaron a trabajar en él hace muchos años, pero... misteriosamente "olvidaron" concluirlo.

Gracias por su atención.

Para informarse:

Gobierno de Tabasco (cuentas bancarias)
Tabasco Hoy (revista)
La Jornada (periódico)

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Colonia Las Gaviotas, Villahermosa, Tabasco
Río Carrizal
Colonia Las Gaviotas
Malecón, Villahermosa, Tabasco
Río Grijalva

domingo, octubre 28, 2007

Un hombre y una bestia

Por: Eratóstenes Horamarcada

Habiéndoselo propuesto o no, mi ciberamigui Marichuy me hizo reparar, con sus últimos posts, en la notable cantidad de personas notables nacidas en octubre. Es de este mes uno de los escritores que por más tiempo me ha acompañado, Oscar Wilde; otro octubreño fue llamado Arthur Rimbaud en vida, cuando con su palabra trastornada puso la poesía —y lo que entendemos por poesía— de cabeza, de pie, de culo, de costado, y jaló las vísceras lingüísticas, poéticas, fuera de su cuerpo habitual. Cuando pronunciamos el nombre del mes tendríamos que mencionar también a Friedrich Nietzsche, Alfred Nobel, Mahatma Gandhi, John Lennon, Vladimir Horowitz, el recientemente fallecido Luciano Pavarotti... sin olvidar a mi vecina Babel, ni a mi querida Mafalda, ni a la grandiosa Marichuy, desde luego... Tendríamos que conmemorar a muchos otros, pero mi cabeza se llena con el recuerdo de unos cuantos.

Quise hacer de octubre mi pretexto. Pre-texto: una coartada para emprender la escritura de un texto. Para que el blog no luzca tan abandonado, aunque eso ¿a quién le importa? Pero si quieres ser escritor tienes que escribir. Para mantenerte en forma. Escribir sí, pero ¿acerca de qué? ¿Sobre Wilde? Lo veo tan grande que no me atrevo a decir nada de él. ¿Sobre Rimbaud, quien hizo un gran silencio? ¿Quien, tan pronto aprendió a escribir, escribió para aprender a dejar de escribir? Me saldrían puras tonterías.

Prefiero hablar al margen de lo grande. Tocar una figura oscura, no una brillante, si bien mi personaje supo sobresalir entre los de su tiempo con extraña luz... Una luz cenagosa que creaba oscuridad...

Aleister Crowley. Inglés. Nació en 1875. Octubre, por supuesto. A media noche, bajo el tamborileo de las alas de los vampiros. El día 12, fecha que desde 1492 está maldita.

Fue una suerte de antropólogo
amateur, un estudioso de las religiones, del misticismo y el esoterismo antiguo y moderno. Se decía mago, vocablo que en nuestra época cuando la única superstición consentida por nuestros nuevos Papas se llama ciencia hemos degradado a sinónimo de charlatán o farsante. Crowley fue todo esto y no lo fue, y también fue más: competente alpinista, poeta de delicioso mal gusto, el mayor connoisseur que ha existido del universo de las drogas, un enamoradizo homo y heterosexual, bisexual, pansexual; una bestia sensible, un laberinto humano, un minotauro a la espera de devorar a todos sus otros yos; un vividor, si acentuamos esta palabra en una parte distinta de donde solemos hacerlo. Su vida fue una continua e incansable aventura; Crowley pudo haber dicho, con mayor veracidad que Wilde (en quien Aleister se inspiró para construir su personalidad pública escandalosa y desafiante): "Dejé mi genio más auténtico en mi vida, y en mis escritos tan sólo mi talento".

En efecto, si Wilde, momentáneamente alejado de sus intensas correrías, pasaba solitarias temporadas concentrado en la composición de comedias o narraciones, Crowley, en cambio, era de esos artistas que, mal recobrados de una juerga, o de una expedición al Himalaya, al punto reanudaba la escritura interrumpida. Tras 72 años de pisar pesadamente la tierra, legó a nuestro presente su futuro más de 80 libros. Con un volumen tan vasto, la calidad de estas páginas tenía que ser, por fuerza, desigual. Al menos en lo literario, pues no tengo credenciales para juzgar si su magia (él escribía magick, para diferenciarla del ilusionismo vulgar, magic) conlleva algo profundo o queda en mera payasada; pero ¿cómo menospreciar una cosa, la que sea, cuando un hombre consagra a ella su vida entera?

Crowley, el poeta, no es interesante. O no lo es la mayoría de las veces. Me parece un romántico tardío o, más precisamente, un pseudorromántico, que les roba a algunos contemporáneos de Lord Byron la ropa más ligera: el "malditismo", la gana de épater le bourgeois, el fingido desdén por la alta sociedad pero algo, y muy grande, le falta: le falta la carencia, valga la expresión. La formidable operación de los románticos ingleses y alemanes se gestó a lo largo de un pedregoso camino de búsqueda espiritual; sin embargo, los escritos literarios del ocultista británico no me dejan sentir el vacío o pobreza que llevó a sus modelos a buscar o a forjar una nueva lengua. Y es que Crowley creía conocer, de antemano, las respuestas a nuestras peores dudas. Por cierto, eso es lo que me impide tomar en serio a la magia: ese carácter de abusiva autosuficiencia, de hartura hueca, ignorante de sus propios agujeros. La obra de Crowley, poeta a veces, pero siempre harto y hueco, refleja dichos defectos: en su escaso afán de experimentar, en un reducirse a retomar las rimas tradicionales, los motivos típicos; un balbuceo, en fin... Aunque, leído de otra manera, pudo haber sido el balbuceo de Crowley su aportación más original a la era moderna. El destrozo psíquico sufrido por el mísero mortal que se enfrenta a la inmensidad de Lucifer, o que cede su personalidad para que el inmortal Diablo encarne en él, en el humano, en su pequeñez de criatura temporal; esta ruptura psíquica se manifiesta de forma verbal, en los poemas de Crowley, como un vagido animal, como una voz prehumana, antediluviana, no edénica pero sí prehistórica, bestial. Si la posesión diabólica del artista había venido dando lugar, por los siglos de los siglos, a creaciones intrincadas, con Aleister Crowley atestiguamos la posesión en un simple balido. Menos que un cántico, menos que una tonada: el desconcierto de las especies irracionales, la satisfacción brutal o el miedo también brutal, el aullido lejano en la montaña. Me refiero a la invocación a Pan que hace Crowley ("Io Pan!"), retomándola desde antiguos textos griegos.

Pan ("pastor" en aquel idioma) es, ustedes lo recuerdan, una deidad relacionada con la potencia sexual animal y con la fertilidad de los campos. En su carácter de santo patrono de la naturaleza salvaje, los cabreros le encomendaban sus rebaños para que no fueran lastimados por las lluvias o el mal tiempo; la palabra "pánico" ("terror pánico") designaba, de hecho, la reacción que observamos en el ganado cuando se avecina una tempestad. Pan, de temperamento juguetón e impredecible, cual corresponde a una orgullosa divinidad clásica, era particularmente temido por las poblaciones rurales de Arcadia, en el Peloponeso, donde su culto era importantísimo. Arcadia, más pobre que otras regiones de Grecia, no veneraba al toro el animal sagrado de la Grecia rica, sino al macho cabrío; y es la forma de Pan un monstruo híbrido de hombre y cabra. Dada la ambivalente fama de Pan entre los campesinos, el cristianismo victorioso adoptó al monstruo-dios para representar al Diablo.

La exclamación "Io Pan!", que para el entendimiento intelectual común no significa nada, no sólo fue recordada por Crowley, sino por otro poeta este sí grande y abismal: Ezra Pound (uno de cuyos poemas da nombre a este blog). No sé de cierto si Pound y Crowley llegaron a conocerse en persona, pero no sería nada improbable, pues Pound actuó durante un tiempo como secretario de otro autor admirable, W. B. Yeats, cofrade de Crowley en la Orden Hermética del Alba Dorada (Hermetic Order of the Golden Dawn), una de las sociedades secretas más influyentes en el esoterismo del siglo XX. ¿Han oído hablar de una cosa llamada Wicca, muy de moda entre adolescentes? Pues en buena medida proviene de la Golden Dawn.

El aullido de Crowley es bestial, y bestial significa amoral, pues no podemos dejar de tener en cuenta que el satanismo crowleyano no es el que la injusta cristiandad imaginó durante la Edad Media, con "el chamuco" como líder de una pandilla de brujas; un dios, a fin de cuentas, que se opone a otro dios. Ciertos versos de nuestro insigne pecador inglés podrían confundirnos y hacernos creer que él practicaba este satanismo de novela gótica; pero no: al invocar al Demonio, Crowley era consciente de que no existe una entidad espiritual exterior que un brujo pueda atraer con plegarias abstrusas. El Demonio de Crowley es una fuerza interna oculta, latente en no pocos seres humanos; un vigor creativo, desaprovechado por la mayoría de nosotros, y del cual nos atemoriza su semejanza con la locura, su modo de ser incontrolable, por lo que preferimos contenernos en nuestra mediocridad y nuestra cobardía cotidiana. Es Crowley el nexo entre Nietzsche (cierto Nietzsche) y el "satanismo" actual (que, a mi juicio, ni siquiera debería denominarse así) de Anton Szandor LaVey y su Iglesia de Satán.

No obstante los señalamientos opuestos al autor inglés, su literatura resultó suficientemente cautivadora para estimular a un remoto lector en Portugal, nada menos que Fernando Pessoa, a verter en su idioma el Hymn to Pan del mago. La verdad es que lo que empujó a Pessoa hacia Crowley fue, en primer término, su interés por la astrología: habiendo observado que el horóscopo que de sí presentaba Crowley en sus Confesiones contenía una ligera equivocación que desbarajustaba todo el trabajo, Pessoa, astrólogo
él mismo, se comunicó con La Bestia para, cortésmente, indicar el yerro, iniciándose así, diríamos que por gracia de los astros, una amistad "a larga distancia" entre los dos poetas.

Pessoa y Crowley se entrevistaron en septiembre de 1930, en Lisboa. Poco después, el mago desapareció. Un periodista encontró su cigarrera tirada al filo de un acantilado en Cascais, localidad costera próx
ima a la capital portuguesa. Dentro de la cigarrera había una hoja de papel con este breve texto: "No puedo vivir sin ti. La otra boca del infierno me devorará, pero no será tan calurosa como la tuya".

Boca do Inferno es el nombre del cráter rocoso en cuyo borde halló el periodista la carta.

La policía descubrió que Aleister y su amante del moment
o, Anni Jaeger, habían estado riñendo antes de la desaparición de él, y que ella había terminado por huir a su natal Alemania, abandonándolo. ¿Es que eligió morir ridículamente de amor el hombre que firmaba sus comunicados con los alias de 666 y La Bestia? ¿"El hombre más malvado del mundo", según la prensa sensacionalista de su país? Nadie ha resuelto, que yo sepa, el pequeño misterio —que intuyo más guasón que tétrico, dada la socarronería de Crowley y Pessoa, tenidos falsamente por fúnebresde lo que ocurrió durante aquellos extraños días en que el hoy reverenciado Fernando Pessoa tuvo que rendir declaración ante las autoridades por sospecharse la muerte de un excéntrico. Al parecer, la pretendida evanescencia del mago fue en realidad una fuga, un "montaje" urdido entre ambos escritores, pero ¿con qué finalidad? De cualquier modo, Aleister volvió a dejarse ver, esta vez en Alemania, junto a Anni, y nunca dio explicación de la encendida esquela de Boca do Inferno, que, para Pessoa, estaba codificada en clave "espiritista". ¿Creía de veras Pessoa, como aseguró, haber hablado con el "cuerpo astral" de Crowley? Las repentinas apariciones de éste en Alemania, ¿qué significan? ¿Fue Aleister Crowley un espía de Inglaterra? ¿O quizá de Alemania, como algunos han sugerido?

Lo que se ha comprobado es que el espía y novelista Ian Fleming famoso por haber creado la saga de James Bond—, comandante en la Segunda Guerra Mundial del Servicio de Inteligencia Naval del Reino Unido, pretendía involucrar a Crowley en la realización de diversas ideas: la hechura de cartas astrológicas falsas con las cuales "seducir" a Rudolf Hess, el supersticioso lugarteniente de Hitler; cuando Hess aterrizó en Escocia con un fantástico plan que unificaría a alemanes e ingleses en contra de la Unión Soviética, Fleming propuso que Crowley participara en la confección de los cuestionarios policiacos que el líder nazi tendría que contestar; una tercera idea de Fleming (que, al igual que las anteriores, fracasó) fue la de utilizar el idioma enoquiano, el llamado "lenguaje de los ángeles", como código que difundiera subrepticiamente mensajes falsos al enemigo.

F
leming recibió escaso apoyo en su intento de aprovechar para el espionaje nacional las dotes de hierofante de Crowley, pero una inesperada presencia de éste en nuestra vida diaria es la universal "V" de victoria con que saluda Churchill desde tantas fotografías. Este gesto —adoptado luego por los hippies y, finalmente, por todo el mundo donde los dedos índice y cordial se elevan sobre los demás formando una cornamenta, fue diseñado por Crowley para Churchill como un signo protector, un amuleto que contrarrestara el poder de la cruz gamada.

Aleister Crowley murió el 1 de diciembre de 1947.

Una de las obras en verso mejor conocidas de Crowley
firmada con el pseudónimo de The Master Therion, "El Maestro Bestia" es Hymn to Pan, publicado por primera ocasión en la revista The Equinox (volumen III, no. 1, marzo de 1919) y reproducido posteriormente en el libro Magick in Theory and Practice. He traducido este poema. El epígrafe es un extracto de la tragedia Áyax, de Sófocles. También lo he traducido, mas no del griego (quién supiera griego); me basé en la versión inglesa de Áyax de Sir Richard Claverhouse Jebb disponible en Wikisource, así como en la versión portuguesa del epígrafe que ofrece Sebastián Santisi en el estupendo sitio web que consagra a Fernando Pessoa. Pessoa, ya lo dije antes, tradujo el Hymn al portugués.

Los versos 695 a 705 del coral 5 de Áyax dirían en español:


"¡Me extasío, me irrito,/ me elevo en alas de alegría súbita!/ ¡Oh Pan, manifiéstate, pirata,/ desde las arduas crestas de Cilene batida por la nieve!/ ¡Rey que a los dioses haces bailar, ven/ para que con tu abrazo me enseñes la alegría,/ me enseñes pasos de Nisia y de Cnosos!/ Por ahora, mi único deseo es bailar./ ¡Y quiera A
polo, príncipe de Delos,/ sobre aguas ícaras venir conmigo/ en presencia y espíritu amorosos!"

A Pan y Apolo encomendamos en este octubre lúgubre el espíritu chocarrero de Aleister Crowley.
Himno a Pan
El Maestro Therion


ephrix erõti periarchés d' aneptoman
iõ iõ pan pan

õ pan pan aliplankte, kyllanias chionoktypoi

petraias apo deirados phanéth, õ

theõn choropoi anax

Sófocles, Áyax

¡Tiembla con la cimbreante lujuria de la luz,
Hombre mío! ¡Mi hombre!
¡Ven de la noche a nosotros corriendo
De Pan! ¡Io Pan!
¡Io Pan! ¡Io Pan! ¡Ven sobre el mar
Desde Sicilia y desde Arcadia!
Vagabundo cual Baco, entre fauno y leopardo
Y sátiros y ninfas que Te guarden,
A lomos de un asno de leche, ven sobre el mar
A mí, a mí,
Ven con Apolo en vestido nupcial
(Pastora y pitonisa),
Ven con Artemis, calzada con seda,
Y lava, hermoso Dios, Tu blanco muslo
En la luna silvestre, en el monte de mármol,
¡La aurora acribillada de la fuente ambarina!
Moja el púrpura de la oración apasionada
En el sagrario carmesí, la red escarlata,
El alma que se sobresalta en ojos de azul
Si brama Tu lascivia penetrando
El bosque despeinado, la corteza nudosa
Del árbol vivo que es alma y espíritu
Y es cuerpo y es mente —ven sobre el mar
(¡Io Pan! ¡Io Pan!),
Demonio o Dios, ¡a mí, a mí,
Hombre mío! ¡Mi hombre!
¡Ven con trompetas sonando estridentes
Por encima de la colina!
¡Ven con tambores graves murmurando
Desde los manantiales!
¡Ven con flautas y ven con gaitas!
¿No ves que ya estoy listo?
Yo me arrisqué, me arrastré, arremetí
Contra el aire que no tuvo ramas para anidar
Mi cuerpo hastiado de abrazos vacíos.
Fuerte como león, con filo de áspid—
Ven, ¡oh ven!
Aterido me siento
A solas con la concupiscencia del infierno.
Saje tu espada mis rudos grilletes,
Devorador-engendrador-de-todo;
Fíame la señal del Ojo Abierto
Y el alto signo del muslo espinoso
Y el verbo de locura y de misterio,
¡Oh pan! ¡Io Pan!
¡Io Pan! ¡Io Pan! ¡Io Pan! Pan,
Pues soy un hombre:
Hágase Tu voluntad, según puede un gran dios,
¡Oh Pan! ¡Io Pan!
¡Io Pan! ¡Io Pan! ¡Pan! Desperté
Entre los anillos de la serpiente.
Con pico y garras acuchilla el águila;
Los dioses se retiran:
Las grandes bestias vienen, ¡Io Pan! He nacido
Para morir bajo el ataque
De un cuerno de Unicornio.
¡Yo soy Pan! ¡Io Pan! ¡Io Pan! ¡Pan!
Yo soy Su consorte, Su hombre,
Cabra de Su rebaño, soy oro, yo soy dios,
Carne para Su hueso, flor de Su vara mágica.
Con pezuñas de acero corro sobre las piedras
De solsticio a equinoccio, testarudo,
Y desvarío y violo y deshonro y desgarro
Eternamente, mundo sin final,
Maniquí, ménade, muchacha, macho,
En la fuerza de Pan.
¡Io Pan! ¡Io Pan! ¡Pan! ¡Io Pan!