viernes, noviembre 07, 2008

Música para una revolución

Hoy la humanidad cumple uno de sus grandes aniversarios. Yo quisiera escribir con mejores palabras y dejarlas aquí para que un día fueran recuerdo de un recuerdo. Pero nunca el recuerdo de algo muerto. Puede no ser recuerdo la palabra que necesito. Tal vez sea memoria lo que busco, memoria de una historia viva, memoria de un momento memorable en la opulenta existencia del mundo que no para de girar.

L
laman “de octubre” a la Revolución bolchevique porque, según el calendario juliano —en uso en Rusia al principo del siglo XX—, era 25 de octubre de 1917 cuando en Petrogrado, capital de la república provisional burguesa como antes lo había sido del imperio, estalló el alzamiento acaudillado por Vladimir Lenin en contra del gobierno capitalista que reemplazó al de los zares; la fecha equivale al 7 de noviembre del calendario moderno.

L
a música habla mejor de lo que yo lo hago; la música, esta música que van a oír (les conviene hacerlo), esta música que ustedes necesitan es la del himno nacional de la Unión Soviética.

Союз нерушимый республик свободных

Voy a contarles lo mejor que pueda la historia de este himno.

En 1815, el himno zarista tenía
la música (de autor desconocido) del himno británico God save the Queen, con letra en ruso del poeta Vasily Zhukovsky. Alexei Lvov concibió una melodía específica para las palabras del poeta. Desde 1833 hasta 1917 Dios salve al zar, de Lvov y Zhukovsky, fue la canción de la Rusia imperial.

A la caída del imperio, el príncipe Lvov, Georgi Yevgénievich (sin parentesco con el compositor, simplemente un homónimo), asume la jefatura del Estado y del gobierno. Lo releva el abogado Aleksandr Kerenski. Durante los meses de gobierno demócrata, el himno patrio fue ¡La Marsellesa! Con letra en ruso, por supuesto. ¿No parece extraño que la nación de algunos de los más grandes genios de la música se haya valido en tantas ocasiones de la inspiración extranjera?

El 8 de noviembre del 17, Lenin es elegido Premier de la Unión Soviética. Como himno de la federación, en 1918 las repúblicas soviéticas adoptan La Internacional, otro tema francés, emblema de las luchas comunistas y anarquistas desde el siglo XIX.

La vocación del socialismo es internacionalista: la liberación auténtica de los seres humanos no puede estar supeditada a la mezquindad del nacionalismo; sin embargo, durante la segunda guerra mundial los líderes de la URSS habrían de descubrir la conveniencia
—y más: la necesidadde infundir en las tropas un espíritu patriótico, una furia justa contra el imperialismo hitleriano, la convicción de que la defensa del socialismo pasaba por la defensa de la independencia nacional. Los soldados que defendían la tierra de su nacimiento, su niñez y su juventud, defendían también las conquistas del que por entonces era el único Estado obrero del planeta. La Internacional está dedicada a un movimiento mundial, el comunismo; dentro de un mundo en guerra había que pensar en un canto cuyo primer alcance fuera la patria socialista.

Fue así que e
l sucesor de Lenin, Iosif Stalin, convocó a un concurso para que la URSS contara con un himno nacional propio que no fuera un préstamo de los franceses. El ganador fue Alexander Alexandrov, quien retomó una pieza de su autoría, compuesta originalmente en 1936. Tal pieza, Hoy la vida es mejor (escúchenla aquí y aquí), se convirtió en 1939 —una vez efectuadas diversas modificaciones— en himno del partido Bolchevique, con letra en metro alejandrino (Pesnya o partii) de Vasily Lebedev-Kumach. Es interesante que Alexandrov haya creado tres trabajos distintos a partir de los mismos sonidos; esta persistencia delata la confianza del músico en que su idea básica daría lugar, más temprano que tarde, a una gran obra.

E
l Ensamble del Ejército Rojo realizó en 1939 la siguiente grabación del himno del partido Bolchevique. Conduce el mismo Alexandrov.

Песня о партии

Sobre la pauta de Alexandrov, Gabriel El-Registan y Sergei Mijalkov le dieron letra al himno nacional.

El primer día de 1944 la radio soviética difunde el nuevo himno, intitulado Unión inquebrantable de repúblicas libres, y se le adoptó
oficialmente como himno nacional el 15 de marzo de ese mismo año. La interpretación que escuchamos en el primer video, la que prefiero, fue grabada en los años 80 y se acredita en el sitio Russian Anthems Museum al Ensamble Alexandrov del Ejército Rojo. La página referida no proporciona mayores advertencias; si por el blog pasa alguien que cuente con más datos, habrá de compartirlos con nosotros, se lo agradeceremos desde el alma que sí existe, aunque los materialistas dialécticos la nieguen.

El blog Canciones Rojas presenta la letra rusa del himno nacional soviético con caracteres círilicos y una transliteración de éstos, más una traducción a nuestro idioma que me tomo la muy debida libertad de copiar para nuestro blog.

Unión inquebrantable de repúblicas libres
forjada, para la eternidad, por la Gran Rus.
Salud a la obra creada por la voluntad de los pueblos,
¡la única, la poderosa Unión Soviética!

Gloria a ti, nuestra patria libre,
firme bastión de la amistad entre las naciones.
¡El partido de Lenin es la fuerza del pueblo
que nos llevará al triunfo del comunismo!

A través de las tempestades brilló el sol de la libertad
y Lenin, el grande, el camino señaló.
Levantando a los pueblos a la acción justiciera,
¡al trabajo y a las hazañas él nos inspiró!

Gloria a ti...

En la victoria de las ideas inmortales del comunismo
vemos el futuro de nuestro país.
¡Y a la bandera roja de la patria gloriosa
seremos por siempre firmemente leales!

Gloria a ti...

Esta versión data de 1977; las frases son las pronunciadas en el primer video. Ahora bien, la letra de 1944 era algo distinta...

Unión inquebrantable de repúblicas libres
forjada, para la eternidad, por la Gran Rus.
Salud a la obra creada por la voluntad de los pueblos,
¡la única, la poderosa Unión Soviética!

Gloria a ti, nuestra patria libre,
firme bastión de la amistad entre las naciones.
¡Baluarte soviético, baluarte del pueblo,
a la victoria nos conducirá!

A través de las tempestades brilló el sol de la libertad
y Lenin, el grande, el camino señaló.
Así Stalin nos ha formado: fieles a la patria,
¡para el trabajo y la hazaña nos preparó!

Gloria a ti, nuestra patria libre,
firme bastión de la felicidad de las naciones.
¡Baluarte soviético, baluarte del pueblo,
a la victoria nos conducirá!

Nosotros forjamos nuestro ejército en las luchas,
a los nefastos invasores barreremos del camino
y en el campo de batalla decidiremos el destino de las generaciones,
¡dirigiremos nuestra patria hacia el triunfo!

Gloria a ti, nuestra patria libre,
firme bastión de la gloria de las naciones.
¡Baluarte soviético, baluarte del pueblo,
a la victoria nos conducirá!

Союз нерушимый республик свободных

La encarnación primera de Unión inquebrantable... era belicosa (a los nefastos invasores barreremos del camino); no podía ocurrir de otro modo: repito que la creación misma del himno servía a un propósito de defensa nacional. ¿Y no ocurre lo mismo con todas las canciones patrias? Coadyuvan en la cohesión psicológica del organismo social.

El himno de 1944, además, ensalzaba a Stalin. La versión de 1977 eliminó las alusiones a Stalin y es más una oda a la solidaridad popular internacional que un cántico guerrero. Le pasó al nombre de Stalin lo que a Agustín de Iturbide y Antonio López de Santa Anna, cuyas menciones explícitas o implícitas se omiten en la mayoría de las interpretaciones de nuestro himno nacional. Me gusta más la letra de 1977 de Unión inquebrantable..., pero no deja de molestarme la despreciable actitud de los líderes rusos que, tras la muerte de Stalin, por motivos mezquinos discurrieron cómo librarse de la pesada memoria del formidable vencedor de Hitler. Es hora de decirlo: no hubo en el siglo XX personaje político más grande que Stalin. Tendríamos que desarrollar esta aseveración en otro momento; por ahora apuntemos que, sin ocultar injusticias ni errores, el legado de Stalin es fundamentalmente constructivo y benéfico para la humanidad.

Stalin muere en 1953 y Nikita Jruschov asciende a la primera magistratura del país. El envidioso Jruschov, en su afán
“desestalinizador, deja sin letra al himno nacional, que se interpretará instrumentalmente hasta 1977, cuando Mijalkov revisa su propia escritura y la reconstruye, con el visto bueno del líder soviético de aquel momento, Leonid Breznev.

En los años 90, los años de Boris Yeltsin, una composición de Mijail Glinka (
1804–1857), la Canción patriótica (así se le llamaba en la segunda guerra mundial), fue utilizada, sin palabras, como himno de la república ex-soviética de Rusia. Vladimir Putin invalidó la decisión de Yeltsin y rescató la preciosa obra de Alexandrov. Una vez más, el viejo Mijalkov (nació en 1913) fue llamado a reescribir la letra, ahora para un Estado capitalista. Se descartó el nombre de Lenin y las referencias al comunismo y resultó un post-sovietismo light que no me da la gana mentar más por aquí. Por respeto a El-Registan, fallecido en 1945, continúa acreditándosele como autor, al lado de Mijalkov y Alexandrov.

En mi opinión, no consiguió escribir nadie para su país un himno más hermoso. En Unión inquebrantable... escuchamos una de las obras más conmovedoras que haya producido el ser humano, una de las más fuertes y originales, que rehuye por igual la languidez y el ritmo militar hacia cuyos puntos oscilan la mayoría de los himnos nacionales. El himno soviético es majestuoso; y habremos de cuidarnos de no volver a usar esta palabra, majestuoso, porque muy pocas piezas aparte de ésta la merecen. No cesará de sorprendernos que esta música llena de fuego, en la que resuena un espíritu optimista e infatigable, haya sido creada en medio de la etapa de existencia más difícil en la historia del pueblo ruso. Fue creada en medio de la penuria, en medio del hambre, del acoso por parte del nazismo depredador, y sin embargo expresa vivacidad y hasta alegría
aunque es una alegría grave; porque sólo conocen el valor de la alegría los individuos y los pueblos que han padecido heridas y dolor, y sólo la alegría de ellos es profunda.

No es el tema del post, pero creo que el himno nacional mexicano también es majestuoso; mi favorito después del soviético. El de Estados Unidos no me gusta; así como el soviético excava en la profundidad del corazón humano, el estadunidense frena en lo superficial; me suena flácido, aburrido, como salido de una iglesia blanca donde sólo pudiera deleitar a puritanos estúpidos
.

Unión inquebrantable... cumplió en plenitud el propósito para el que Stalin había encomendado su creación. Los socialistas no dejaron de tener como meta la liberación del proletariado mundial pero, al mismo tiempo, el nacionalismo de la joven Unión Soviética llegó a ser tan intenso como el de cualquier otro país de la vieja Europa. Tan grande reventó el fervor patriótico que la conflagración llamada entre nosotros segunda guerra mundial es designada en Rusia Gran Guerra Patria”. Sin embargo, creo que una grandeza superior aun a ésta es que Alexander Alexandrov creó no sólo un himno nacional, sino un himno mundial, un himno humano.
Estampilla postal de la URSS (1954) que representa, de izquierda a derecha, a Marx, Engels, Lenin y Stalin; tomada de http://www.stamprussia.com.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Es uno de los himnos mas bonitos del mundo. Y el mexicano tambien es muy bonito tienes razon aunque no lo valoremos

Coro dijo...

Erat:
Qué buena información.
El himno ruso y el mexicano "mueven" sentimientos, creo. Así lo siento...

Anónimo dijo...

Gracias por eta información pormenorizada. Descubro nuevos tonos y matices de esa solemnidad marcial de antaño.


Saludos...

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Anónimo:

Gracias por haber leído este texto. Un saludo.

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Coro:

También lo siento así. Te mando un gran saludo.

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Ángel:

Qué buena coincidencia, ¿no?, que a tanta gente le emocione esta música solemne. Gracias por tu lectura.

**La Bruja** dijo...

Sí, es majestuoso y conmovedor. También es mi favorito, después del mexicano :P

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Hermana:

Por si te lo preguntabas, sigo despertando cada mañana con el himno soviético, igual que antes de tu partida.

Te mando un abrazo de oso ruso.

:)

Gustavo dijo...

"¡El partido de Lenin es la fuerza del pueblo
que nos llevará al triunfo del comunismo!"

Nunca había reído tanto. Estos soñadores ilusos.

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Gustavo:

Yo no minimizaría tan fácilmente un siglo de esfuerzo popular en la edificación del socialismo. Entiendo que pienses como lo haces, porque también fue un siglo de cuidadosa construcción de un mito truculento por parte de los industriales de la comunicación y por publicistas tan insignes como François Furet y Octavio Paz. La realidad caminaba por su propio sendero, pero la mente moldeada por los mass-media siguió a la fantasía; una fantasía empobrecida, que presume de "no hacerse ilusiones", pero fantasía al fin. El coco asusta todavía a mucha gente.

Anónimo dijo...

me encanta los himnos rusos pero ando buscando la letra del himno zarista

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Anónimo de las 11:22:

En esta página encuentras el audio del himno al Zar, así como la letra en ruso (tanto en caracteres cirílicos como su adaptación al alfabeto latino) y una traducción al inglés.

Anónimo dijo...

Quisiera saber si en internet hay una pagina con la letra del himno zarista pero en español. Y decirle que en estos momentos en la ciudad de México tenemos una exposicion sobre el periodo zarista en el museo nacional de antropologia en Chapultepec, muy buena los habitantes les recomiendo que vayan a verla si no lo han hecho. Gracias de antemano, muy bueno su articulo.

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Al autor del comentario #13, muchas gracias por su visita y por la información que nos proporciona. El que pueda ver la exposición, que lo haga. Es importante.

Ojalá le resulte útil mi traducción, que realicé con base en la versión inglesa mostrada en el sitio que menciono en el comentario #12. El Himno al Zar, "Dios salve al Zar", consta de una única estrofa. Los últimos tres versos se repiten en el momento de cantar el himno.

"¡Dios salve al noble Zar!
¡Que muchos años viva! ¡Que sean grandes su poder,
su felicidad,
la paz de su reinado!
¡Sus enemigos le temen!
¡Él es el defensor de la Fe verdadera!
¡Dios salve al Zar!"